Seda con los colores del Grupo Social ONCE

Puro teatro 

Que la vida es teatro -póngale ustedes la interpretación que quieran- ya lo dijo al parecer por primer vez el gran William Shakespeare para referirse a la forma de vivir de hombres y mujeres, cada quien y cada cual protagonista de su propia historia. Luego, el sociólogo canadiense Erving Goffman dio un paso más para llegar a “la vida es puro teatro”, otra forma de interpretar la realidad humana, justo antes de que lo rematara la cantante cubana La Lupe con “lo tuyo es puro teatro”, ahí sí ya con una clara intención. Y si hablamos de vida y de personas, qué menos que incluyamos a todas la personas; y si hablamos de teatro y de personas, qué menos también que incluyamos a todas las personas. Y así lo hacemos desde la ONCE, recogiendo de la historia el binomio entre personas ciegas y cultura, escena, representación, durante muchos siglos la única forma de vivir- incluso-, pero que ahora toma un cariz de profesionalidad, de calidad y de alta cultura para enfrentarnos a poder disfrutar de más de cien actores y actrices ciegos que han convertido el teatro en su forma de vida y de expresión. Y nos lo muestran como un espectáculo más, atractivo e interesante, porque la vida es puro teatro, para todos y todas.

Presentamos hoy la Bienal de Teatro ONCE que se celebrará este año en Madrid: puro teatro, del bueno, del inclusivo, del que emociona, del que te hace reir y llorar, conocer, amar u odiar a partes iguales, del teatro de siempre y del teatro de ahora. Y demostramos así que la cultura y el arte no tienen límites y que la inclusión social de las personas, de todas las personas, también con discapacidad visual, no será total sin el acceso al ocio y, en este caso, al teatro, como actores y como espectadores. Porque esta Bienal va a demostrar que actrices y actores ciegos no tienen límites para la interpretación y sí mucha capacidad para emocionar. Y que los espectadores poco saben la condición de quien está sobre las tablas y solo valoran su capacidades para hacerles sentir vidas ajenas, que es una de las máximas del gran arte de la interpretación.

Y además, desde el punto de vista del espectador, y no menos importante, se trata de 22 representaciones que incluyen, que permiten que todo el mundo pueda y quiera ir al teatro porque las obras -y esto es posible- cuentan con audiodescripción para personas ciegas; esto es, a la entrada se recoge un pinganillo con un pequeño transmisor que (como si fuera un sistema de traducción simultánea) va a ir contando los detalles de luz, de color, de movimientos, de decorados…aquello que no se oye pero que ayuda a una persona ciega -a veces también a una persona mayor que no ve bien o que se puede perder detalles- a entender mejor lo que está pasando. Todo un ejemplo.

Y, con todo ello, la ONCE trata de nuevo de mantener su impulso a la inclusión y también a la sensibilización, convirtiendo a la Comunidad de Madrid, cuna de Lope de Vega y de Quevedo, de Cervantes o de Calderón de la Barca, en la región y capital mundial del teatro hecho por personas ciegas: una experiencia enriquecedora y memorable que se suma a la oferta cultural para contar al mundo la capacidad de integrar de este arte, tanto a los actores y actrices como a los espectadores, para alcanzar así la normalización más global y completa.

Y todo porque la vida, ya saben, es puro teatro. Y todos, sin excepciones, queremos interpretar ese papel…a nuestra manera.
 

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