
La ONCE valora de forma positiva el nuevo Real Decreto sobre perros de asistencia
El Gobierno aprueba una nueva norma para regular la actividad y el bienestar de estos animales
La ONCE valora de forma positiva el nuevo Real Decreto aprobado recientemente por el Gobierno y que entrará en vigor el 17 de junio, por el que se regula la actividad y bienestar de los perros de asistencia, y que afecta a más de 900 personas ciegas, usuarias de perro guía, que caminan por las calles de nuestro país con plena seguridad y autonomía.
La Organización destaca la importancia de que el Real Decreto 409/2025 unifica para todo el país determinados aspectos de los perros de asistencia que, aunque regulados por legislación autonómica, no lo venían estando de un modo homogéneo, por recogerse en normas diferentes y distantes en el tiempo.
En este sentido, subraya por encima de todo que la nueva normativa regule el acceso, circulación y permanencia en espacios públicos o privados de uso público de las personas con discapacidad, acompañadas por sus perros, pero no solo durante el periodo de ejercicio de la actividad, sino también durante su formación y tras el retiro de la misma, siempre que el perro permanezca con la persona con discapacidad a la que venía prestando apoyo.
Un detalle clave para las personas ciegas que se quedan con sus perros guía retirados.
"El Real Decreto que se acaba de aprobar viene a poner un poco las bases, unos mínimos de condiciones en cuanto a la regulación de los perros de asistencia, tanto en cuanto al registro de las unidades de vinculación, al derecho de acceso, como también a su bienestar y, por tanto, afecta a los usuarios de estos perros, afecta a sus adiestradores y a los centros de adiestramiento que los entregan y afecta, por supuesto, a toda la sociedad en la medida en la que tiene que ser consciente de que este derecho de acceso es eso, un derecho que ampara a las personas que tienen ese apoyo, en este caso, en un animal", explica María Jesús Varela, directora de la Fundación ONCE del Perro Guía (FOPG).
Y añade que en cuanto a cambios con lo que existía hasta ahora "pues no son muchos en la práctica -asegura-. Dependen más los cambios que así de las comunidades autónomas, porque hay comunidades autónomas que sacaron sus leyes de perros de asistencia hace más de 20 años y en aquel momento fueron pioneras y esas leyes a lo mejor se quedaron un poco más obsoletas y, sin embargo, hay comunidades autónomas que tienen unas leyes de perros de asistencia muy recientes y que, por tanto, se parecen mucho más en su regulación a lo que viene establecido en este Real Decreto.
Ítems de la norma
Como indica el nuevo texto, las conductas de quienes vulneren este derecho de acceso serán sancionadas con multas según la ley autonómica correspondiente, y en casos graves, las infracciones podrán ser gestionadas también por la vía penal al considerarse atentados contra la igualdad y no discriminación.
La ONCE también valora especialmente como aspecto muy positivo que el texto aluda a las condiciones higiénico-sanitarias y de bienestar mínimas de estos perros, así como otros aspectos de carácter más formal que afectan a la formación de estos animales, las unidades de vinculación y a la profesionalidad y garantías de las personas que trabajan en su preparación y entrega como perros de asistencia.
Según el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, a cuyo departamento corresponde el impulso de esta iniciativa esta norma tendrá “un impacto fundamental en los derechos” de las personas usuarias de perros de asistencia, pues “estos animales constituyen un elemento que contribuye a favorecer su autonomía y su vida independiente”. “Combate al tiempo la soledad a la que se enfrentan muchas de estas personas".
No obstante, según Varela el Real Decreto, que entra en vigor el 17 de junio, no contempla aún algunos aspectos demandado por la ONCE. "Esta norma hace referencia a otras legislaciones vigentes en la actualidad de carácter europeo o de carácter autonómico, incluso a cuestiones que están por regularse en algunas comunidades autónomas y para cuya regulación establece un plazo de 12 meses -asegura la directora de la FOPG-. Estamos hablando sobre todo de lo que compete al registro y al derecho de acceso de los perros de asistencia en formación y de los perros de asistencia retirados de su actividad, que es ahí quizá donde hay mayores novedades, pero también donde habrá que analizar con mayor detenimiento en qué medida esto cambia o cambiará en cuanto entre en vigor el real decreto o habrá que esperar a que haya nuevas regulaciones de otros ámbitos en base también a este decreto".
Dos años para ser perro guía
El perro guía es un animal perfectamente adiestrado para ayudar a una persona ciega o con una discapacidad visual grave en sus desplazamientos. Está entrenado para seguir las directrices que le indica la persona; reconocer y evitar obstáculos (estáticos y en movimiento); marcar la llegada a bordillos, escaleras o desniveles; buscar puertas, asientos libres o encontrar la mejor alternativa de paso en situaciones complejas; e incluso está capacitado para desobedecer una orden del usuario cuando su ejecución implique un peligro para la integridad física de ambos (cruce de una calle cuando viene un coche).
Los perros guía tienen que estar adiestrados por centros especializados. En España, la inmensa mayoría lo están por parte de la Fundación ONCE del Perro Guía, cuya solvencia y profesionalidad se garantizan por el cumplimiento de los estándares internacionales establecidos por la International Guide Dog Federation (IGDF) y un proceso de formación que ronda los dos años de trabajo.
Ubicadas en Boadilla del Monte (Madrid), sus actuales instalaciones dan cabida a todos los servicios de excelencia y bienestar animal: crianza, alojamiento y cuidado de cachorros, entrenamiento e instrucción de perros, clínica veterinaria, albergue para perros retirados o residencia para la formación de usuari@s.
Son animales muy bien socializados, capaces de mostrar un comportamiento impecable en todo tipo de entornos y situaciones, así como en su relación con otras personas y animales. No muestran agresividad, tienen una gran voluntad de trabajo y de agradar, y están sujetos a requisitos de salud e higiene más estrictos que cualquier otro animal.
Estos perros se entregan a las personas ciegas tras un intenso curso de formación, en el que crean un vínculo muy estrecho entre sí, aprenden a relacionarse para funcionar como un gran equipo y a cuidarse mutuamente.
Desde hace años, los perros guía son una de las tipologías de perro de asistencia reconocidas y, como tales, su registro e identificación así como los derechos y obligaciones de las personas usuarias con las que se vinculan -incluido el régimen sancionador por el incumplimiento de la normativa- están recogidos en las distintas leyes autonómicas.
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