El cine ha convertido a los robots en grandes amigos de la humanidad, o en grandísimos enemigos, capaces de cometer las mayores atrocidades. La realidad acaba superando a la ficción y aparecen tecnologías cuasi humanoides que realizan acciones con gran detalle e incluso, desde 1990, los investigadores en inteligencia artificial han acuñado el término de “robot social” para referirse al autómata que interpreta correctamente la acción de las personas y responde de manera adecuada (parece que todavía no es posible). Por eso, desde el Grupo Social ONCE preferimos otra acepción: la innovación tecnológica, robótica y social puesta al servicio de las personas, especialmente de quienes lo tienen un poco más difícil; la tecnología que ayuda a incorporarse a personas mayores; a caminar a niños o adultos; a operar a distancia y llegar a partes del mundo apartadas y golpeadas; los avances pensados para ayudar, para estar al lado, para mejorar la vida de los demás. Ese ha sido siempre nuestro objetivo y es nuestra forma de entender e impulsar la robótica.

Y en ese camino, el Grupo Social ONCE se suma e incentiva cuantas iniciativas puedan mejorar la vida de las personas o ayudar a hacerlo en muchos ámbitos. Les presentamos hoy en Asi Somos la nave industrial con mayor número de robots de la Comunidad de Madrid, todos trabajando por un objetivo: facilitar la puesta en marcha de esa gran cadena de solidaridad que es la venta de las loterías sociales, seguras y responsables de la ONCE. Para nosotros, esos robots son muy sociales.

Y también contamos el resultado de nuestra iniciativa ONCE Innova Emprendedores, una forma de la Organización para animar a los investigadores y a las startups a centrar su mirada en las personas con discapacidad y, en este caso, las personas ciegas: robots y automatismos que ayudan en la vida cotidiana a aminorar algunas dificultades; o el uso de las luces Leds no solo para ahorrar, para que quede bien un video o un espacio, también para actuar como sistema de guiado para personas con resto visual y permitirles una movilidad nunca antes lograda. O, también en este número, para poner en marcha una nueva Fundación, la Fundación ONCE Baja Visión, que tendrá entre sus objetivos precisamente la investigación en cuestiones visuales y se apoyará en las tecnologías para la gestión cotidiana y el contacto con los posibles y futuros miembros.

En definitiva, tecnología, robótica, robots, iniciativas, startups, apps y un montón de denominaciones para las que pedimos que tengan siempre en cuenta a todas las personas; porque la ciencia y la investigación no pueden ni deben frenarse -sobre todo a la hora de ayudar-, pero no pueden ni deben tampoco olvidarse de grandes espacios de ciudadanía que requieren que piensen un poquito más en ellos. Pensar en el enfoque de accesibilidad, de diseño para todos, de personas con discapacidad, de personas en definitiva. Eso es lo que llevamos impulsando casi nueve décadas desde la ONCE, ahora desde el Grupo Social ONCE, incluso antes de que los robots vinieran a ayudarnos. Por eso lo nuestro es y será siempre proponer una invasión robótica social.