Ismael Pérez apoyado en uno de los quioscos de la ONCE en Valladolid, sede de la delegación territorial que se acaba de inaugurar
Ismael Pérez apoyado en uno de los quioscos de la ONCE en Valladolid, sede de la delegación territorial que se acaba de inaugurar

“Esta sede representa lo que queremos que sea el Grupo Social ONCE del futuro”

Entrevista a Ismael Pérez Blanco, delegado de la ONCE en Castilla y León

El delegado de la ONCE en Castilla y León, Ismael Pérez Blanco, nos da la bienvenida a esta nueva sede del Grupo Social ONCE en la región y explica las características pioneras que definen este edificio en aspectos como la accesibilidad, la sostenibilidad o el bienestar de las personas. "Creo que lo primero que cumple esta nueva sede es algo que pretendíamos, que el propio edificio sea la imagen de la ONCE, la que queremos que la ciudadanía perciba de nosotros" asegura.

Pregunta.- ¿Qué cualidades destacaría de este edificio, tanto a nivel de diseño y arquitectónico como funcional y en su concepción de centro de trabajo?

Respuesta.- Es un edificio sostenible, accesible y transparente. Se utilizan muchos paramentos de cristal, con mucha luz, con mucho saber dónde estamos todos. A nivel tecnológico es puntero, puesto que la sostenibilidad y la accesibilidad se sostienen en gran medida en la tecnología creada  para esos mismos fines. Tenemos un edificio que es absolutamente autónomo desde el punto de vista energético y eso hace que si, por desgracia, pasado mañana vuelve a ocurrir un apagón, este edificio va a seguir funcionando y puede prestar todos los servicios absolutamente en eterno, o sea, no se para nunca.

Además de los costes que ahorra también desde el punto de vista de los consumos. Tiene aspectos muy curiosos, como el autoabastecimiento de agua. El edificio cuenta con un gran aljibe que guarda su agua y que se reutiliza. También tiene su propia depuradora, que depura el agua fluvial para poder reutilizarla. Además de la cubierta con placas solares, los propios productores de energía también son de bajo consumo, hablamos de geotermia, de aerotermia, y también de sistemas de modulación de luz interior del edificio en función de la luz exterior. No se trata solamente de ahorro energético o comodidad, sino que hace posible que adaptemos la luz a las diferentes patologías visuales que tiene nuestra gente, y que aquella persona que sufre de deslumbramientos pueda modular la luz de su despacho para que no tenga ningún problema en desarrollar su trabajo. 

P.- ¿Es un edificio inteligente?

R.- Está conectado a un sistema de gestión de edificios, un BMS, que proporciona datos e informes de absolutamente todos los usos que se hacen de él en consumos eléctricos, en consumos de agua, de luz... De esa forma tenemos la oportunidad de ir corrigiendo y modulando nuestras costumbres para hacer que el edificio sea más eficiente. La verdad es que, desde el punto de vista global como proyecto arquitectónico, yo lo definiría como un proyecto redondo, lo tiene todo. Tiene la sostenibilidad, tiene la accesibilidad, tiene la transparencia, tiene el confort y luego tiene un diseño también que te hace sentir en casa. Y creo que eso es una marca propia de la ONCE que no consigue todo el mundo.

P.- ¿Una de las premisas era el de cuidar a las personas que trabajan o reciben servicios en este edificio?

R.- Por supuesto. La prioridad es hacer que la gente, cuando llega aquí, se sienta en casa no solamente porque sepa que es su casa, sino porque el propio diseño arquitectónico, del mobiliario y demás es acogedor, tiene calidez y está pensado para que la gente se sienta como en casa. Es más, hay personas que dicen que cuando llega la hora de marcharse les da un poco de pereza por lo a gusto que están, de verdad nos está ocurriendo. Es una experiencia absolutamente novedosa para todos nosotros. Algún compañero me decía que tenía ‘síndrome del impostor’, que parece que estamos en un lugar tan bueno, tan bonito, como si no fuera para nosotros, porque venimos de una sede que ya estaba muy vieja, un edificio de 50 años con una historia fantástica pero que ya tenía muchas carencias, y afortunadamente este viene a cubrirlas absolutamente todos.

P.- Este edificio cuenta con el certificado BREEAM de sostenibilidad ambiental en su nivel de excelencia, siendo el único de Castilla y León que lo tiene. ¿En qué consiste?

R.- Sí, efectivamente tenemos el certificado BREEAM, que en sus siglas en inglés es Building Research Establishment Environmental Assesment Methodology, lo se traduce al español como ‘Método Medioambiental del Organismo de Investigación de la Construcción’. Es un certificado internacional pensado no solamente para certificar que un edificio es sostenible, sino que todo el proceso de construcción se hace con criterios de sostenibilidad. Quiere decir que la empresa constructora ha tenido que cumplir con una serie de parámetros de llegar a una serie de proveedores que también tienen que ser socialmente responsables, tienen que implementar medidas de sostenibilidad, intentar que los materiales no vengan de grandes distancias para reducir emisiones.

Estamos hablando de cumplir unos parámetros durante los dos años aproximadamente que dura la construcción y que luego el resultado también lo sea y que se cumplan unos criterios de eficiencia energética, de zonas verdes, etc. Este edificio ha conseguido ese certificado en todo el proceso desde el minuto uno, desde que se pone la primera piedra hasta hoy, y se ha de mantener a lo largo del tiempo. Lógicamente tenemos que ser capaces de mantenerlo en el nivel de excelencia, que efectivamente no tiene ningún otro edificio de Castilla y León y muy poquitos en España, porque cuesta hacerlo bien. Para lograrlo hay que trabajar mucho y ser constantes en ese objetivo.

Ismael Pérez atiende a los medios de comunicación minutos antes de la inauguración de la sede de Valladolid

P.- El cambio de edificio no solo supone un cambio de lugar físico y de instalaciones, sino que trae aparejada una nueva forma de trabajar, más abierta y flexible. ¿Es así?

R.- Sin duda. Al venir a un edificio nuevo no solamente queríamos tener una casa nueva y bonita, como es lógico, sino que también pretendíamos que supusiera un paso importante en la forma de organizarnos, de trabajar y de prestar los servicios. Porque al final somos un centro prestador de servicios. Fundamentalmente, de eso se trata lo que hacemos aquí. Por eso hemos trabajado desde muchos meses antes de trasladarnos, tanto con los trabajadores como con las personas afiliadas, sobre las nuevas posibilidades que nos iba a dar este edificio. Y esas posibilidades pasan primero por compartir espacios, que es importante. Hay espacios abie rtos, cerrados, con múltiples opciones de ocupación. Nada es de nadie y todo es de todos. Ese concepto de compartir es un concepto novedoso, no es fácil de ejecutar pero si hacemos el camino previo de concienciar a las personas explicando la utilidad conseguimos luego otros objetivos también importantes. Las mesas deben estar limpias, no hay cajonera, filosofía de papel cero en la medida de lo posible… Eso también implica que tengamos que tener un orden de trabajo diferente al que teníamos. La plantilla lo ha asumido con absoluta normalidad por ese proceso previo, por esa adaptación al cambio. Esto lo hemos logrados entre todas y todos.

P.- Hablemos de los servicios que se prestan desde aquí. ¿Cuántos trabajadores tiene esta sede, cuántos de ellos vendedores, a cuántas personas presta servicios?

R.- Pues aquí tenemos trabajadores de ONCE, en este momento tenemos 65 personas en la plantilla. También están nuestros compañeros de Ilunion, una treintena de trabajadores. Prestamos servicios a 180 vendedores que hay en Valladolid en este momento y a cerca de 1.000 afiliados que tiene la provincia. Esa es la acción directa. Y luego también lógicamente es la sede del Comité Español de Representantes de las Personas con Discapacidad, el CERMI, y de la Plataforma del Tercer Sector, así como también acogemos a otras asociaciones, les prestamos un lugar para que puedan desarrollar también su actividad. Está claro que es el centro de referencia de inclusión, es el centro de prestación de servicios sociales no público más grande que hay en Castilla y León. Es una referencia absoluta no solamente porque sea nuevo, sostenible o porque nos guste, sino porque aquí ocurren cosas que no ocurren en ningún otro lugar. En el Grupo Social ONCE tenemos la mayor diversidad que existe en este país. Yo creo que eso también hay que contarlo porque es importante, sobre todo para que otros vean que es posible y lo copien.

P.- ¿Qué impacto tiene el nuevo edificio para la ciudad?

R.- Valladolid es una ciudad que tiene una actividad sociopolítica muy potente, que se desarrolla en muchos sitios y que nosotros, lógicamente, vamos a atraer. Porque nos da la oportunidad de contar lo que hacemos y que sea parte transversal de todo lo que ocurre en la comunidad. Nos da la oportunidad también de acercarnos a esas instituciones públicas o privadas con las cuales luego tenemos que caminar en paralelo o de la mano en muchos proyectos sociales. Hemos generado enfrente del propio edificio una plaza donde se planeaba un aparcamiento, pero hemos conseguido una plaza pública y peatonal muy amplia para llenarla de vida.

No solamente van a ocurrir cosas dentro de la ONCE, sino que también vamos a hacer cosas fuera, en la calle, para compartir con toda la ciudadanía y traer proyectos culturales también a esa plaza. Aquí al lado tenemos también la Embajada Cultural de la India, es la única embajada cultural que existe en España de la India y una de las cinco que hay en el mundo. Tiene un programa cultural fantástico. Estamos hermanándonos con el Gobierno de la India en ese proyecto cultural para llenar también de vida esa plaza y compartir. Este edificio lo que va a hacer es poner una chincheta en el mapa y compartir tanto externamente como internamente cualquier cosa que se nos ocurra.

P.- Y en el barrio, ¿cómo ha sido el recibimiento de los vecinos? ¿Están satisfecho de tener aquí a la ONCE? 

R.- Yo creo que están muy contentos porque es verdad que cualquier obra siempre suscita incomodidad, pero ha habido queja cero porque hemos compartido con ellos el proyecto desde el primer momento, desde que pusimos la primera piedra en 2022. En aquel momento enviamos una carta personal a cada vecino, donde les contamos lo que íbamos a hacer. Y cuando lo inauguramos, les volvimos a mandar otra carta dándoles las gracias por haber colaborado con nosotros en que todo se sucediese con normalidad e invitándoles a formar parte de esta comunidad que acabamos de crear, que viene a dar valor a toda la zona. Y la gente lo ha agradecido. Es lógico, es lo que haría cualquiera con su vecino, cuando va a vivir a una comunidad nueva, pues llamar a la puerta del vecino y presentarse y ponerse a su disposición.

P.- ¿Este edificio es la punta de lanza de lo que va a el Grupo Social ONCE del futuro?

R.- No tengo ninguna duda. Sobre todo porque nos hemos atrevido a hacerlo. Yo creo que la casa ha hecho una apuesta muy importante. En este caso la Dirección General de la ONCE lo tenía claro, quería hacer un proyecto que fuese algo más que un proyecto piloto, sino que fuese una realidad de lo que queremos que sea la ONCE del futuro. Y teníamos la oportunidad de hacerlo en Castilla y León, porque era el momento de construir esta sede y se ha implementado todo eso que la ONCE quiere para ese futuro. 

Ismael Pérez, sexto por la izda., entre Miguel Carballeda y Alberto Durán, y junto a todos los miembros del Consejo General de la ONCE en la celebración de Pleno del pasado mes de septiembre


 

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