
Los campamentos inclusivos de verano de la ONCE se celebran para medio millar de chavales bajo el lema 'Ciencia ON'
Chicos y chicas de entre 6 y 17 años de toda España reunidos en torno a la ciencia y la diversión
La ONCE ha vuelto a impulsar este verano sus campamentos de integración, en los que van a participar más de 500 menores de entre 6 y 17 años, con y sin discapacidad, y que se están celebrando desde el pasado 21 de junio y hasta principios de agosto en diversos puntos de la geografía española. Una iniciativa que, como cada año, organiza la Dirección de Promoción Sociocultural, Artística y Deportiva de la ONCE, con unos objetivos muy concretos, según explica la jefa del Departamento de Gestión Sociocultural y Deportiva, Ana Esteban.
Este año la temática de los campamentos gira en torno a la ciencia, con una propuesta innovadora. Bajo el título ‘Ciencia ON’, los chicos y chicas están teniendo la oportunidad de sumergirse en un fascinante viaje por las diferentes ramas de la ciencia, explorando el mundo que los rodea desde una perspectiva práctica, accesible y divertida. Tal y como describe Ana Esteban, “está resultando un reto maravilloso” por todo lo que están aprendiendo y cómo lo están haciendo.
En ‘Ciencia ON’, las personas participantes se embarcan en una aventura única donde la ciencia es la protagonista. Y, así, a lo largo de cada jornada, exploran distintas ramas del conocimiento a través de talleres prácticos, juegos experimentales y actividades colaborativas, convirtiéndose en científicas y científicos por unos días. “Estos espacios ayudan a que los y las chavalas incorporen la ciencia en sus vidas como una materia sencilla, divertida, accesible y, en algunos casos, vocación futura”, añade la responsable del área.
Para Asun Martínez, coordinadora del campamento celebrado en Valdemorillo (Madrid), es importante que las actividades giren en torno a una temática. “Es verdad que todos los talleres que hemos planteado han sido un poco también de forma lúdica, muy prácticos, porque para las personas ciegas es una oportunidad para tocar, oler..., eso también es estimulante. Y tener una temática, pues por lo menos sí que te ayuda un poco a ordenar lo que son las actividades del campamento, a darle un sentido algo unitario a todo lo que haces”, afirma.
Así, además de los reencuentros, las nuevas amistades y la diversión al aire libre, están pudiendo vivir experiencias donde aprender es tan divertido como emocionante. Investigan fenómenos curiosos, plantean hipótesis, construyen prototipos y comparten sus descubrimientos en la gran Feria científica del campamento.
Para María Jabaldón, por ejemplo, el que sea un campamento dedicado a la ciencia ha sido el motivo que le ha animado a apuntarse. “Yo prefería mil veces quedarme en casa leyendo, pero mis padres querían que socializara un poco y me dijeron, como es de ciencia, digo, bueno, si es de ciencia voy”, cuenta.
María tiene 14 años, es afiliada a la ONCE, y es la primera vez que participa en estos campamentos, concretamente en el celebrado en Madrid. “He hecho amigos relativamente rápido, cosa que no me esperaba porque soy un poco antisocial, lo tengo que reconocer, pero he conocido a gente que he empatizado con ella y ellos han empatizado conmigo. Entonces, estoy bastante a gusto”, asegura.
Como también lo está Lucía del Pino, otra de las niñas participantes en el mismo campamento. Ella tiene 10 años, es afiliada a la ONCE y también es la primera vez que ha asistido a esta actividad. “Como nunca he ido a un campamento, pues me lo estoy pasando muy bien. Lo que más me gusta es ir a la piscina y también hacer cartas y meterlas en un buzón y después leerlas a la noche”.
Cuenta también Lucía que aunque ya conocía a alguna niña ha hecho nuevas amigas. No duda en que repetirá al próximo año y, además, anima a otros niños a que se apunten “porque ha sido muy divertido y al final vas a echar de menos a tus padres, pero después, a los días, te olvidas, claro, porque haces amigos”, dice.
Todo tipo de actividades
Además de ello, los campamentos inclusivos de la ONCE desarrollan todo tipo de actividades programadas, igualmente divertidas: excursiones, veladas nocturnas, momentos de relax en la playa o en la piscina, otras actividades deportivas… Todo con el objetivo de que los chicos y las chicas participantes atesoren este verano una experiencia única en torno al deporte y a la inclusión.
Los campamentos de integración están dirigidos a estudiantes de 6 a 17 años, afiliados a la ONCE o no afiliados que estén siendo atendidos por los servicios educativos de la Organización. Asimismo, están abiertos a la participación de chicos y chicas sin discapacidad: familiares directos, compañeros de clase o amigos del mismo rango de edad.
A través del amplio abanico de actividades programadas, la ONCE persigue diversos objetivos, entre ellos propiciar que las personas menores obtengan una mejor relación consigo mismas y con su entorno, fomentando el interés por la realización de actividades grupales y la colaboración en las tareas colectivas, y potenciar la creatividad, la autoestima, la autonomía y el desarrollo de habilidades.
Unas actividades que se van ajustando según las condiciones de cada grupo. “Es verdad que nosotros salimos de Madrid con todas las actividades preparadas, pero luego, cuando llegas, lo que haces un poco las dos primeras noches casi te diría es respirar al grupo y adaptar. Porque es verdad que a lo mejor este año, por ejemplo, el grupo de pequeños es más pequeño que otros años y el grupo de mayores también es más pequeño que otros años. Y entonces pues vas viendo qué necesidades tienen los acampados y vas un poco reconduciendo de lo que tú traías a lo que crees que se necesita, claro”, explica Asun.
Una experiencia también para los monitores
Asun lleva ya cinco años siendo la coordinadora de los monitores que participan en el campamento que cada verano organiza la Delegación de la ONCE en Madrid. “La suerte también es que muchos monitores repiten, con lo cual ya es un equipo muy consolidado, que nos entendemos muy bien y nos coordinamos también muy bien. En ese sentido es muy fácil la coordinación. Y hay cosas que han evolucionado a lo largo de estos cinco años”.
Por ejemplo, Marta González, una de las monitoras, lleva ya dos años en el campamento, aunque su relación con la ONCE viene de muy atrás, ya que colabora como voluntaria desde hace muchos años y “aparte de mis dos padres que son afiliados, también tengo otros familiares afiliados, entonces pues al final es algo que llevo viviendo desde que era muy chiquitita y siempre me ha encantado colaborar y cuando se me presentó la oportunidad de poder venir al campamento de monitora, porque ya había hecho las prácticas en otro campamento y tal, pues yo dije que encantadísima, tenía muchas ganas”, cuenta.
Este año, Marta está con el grupo de mayores, de 13 a 17 años, “aunque es verdad que al final todos coincidimos con los pequeños en los tiempos libres, en algunas actividades y en el comedor. Entonces, al tenerlos en dos grupos, al final nuestra atención la enfocamos más a actividades para más mayores o actividades para más pequeños y adaptándolos a sus gustos”. “También nos juntamos mucho entre nosotros porque creemos que es muy enriquecedor y al final también de eso va el campamento, somos una unión”, asegura.
A la hora de realizar cualquier actividad, explica Marta, “siempre estamos más pendientes de los niños que tienen una discapacidad, pero es muy bonito ver cómo entre todos, porque al final todos están en los mismos grupos, tanto niños que no tienen discapacidad como los niños que sí la tienen, se ayudan mucho entre ellos, es decir, siempre están acompañándose unos a los otros, se mezclan mucho las actividades. Siempre a la hora de realizar las actividades intentamos integrar a todos y hacerlas de forma que puedan jugar tanto niños con discapacidad como sin discapacidad. Y siempre, siempre, siempre se ayudan mucho entre ellos, mucho, mucho. Siempre estamos incluyendo a ambos grupos y es muy bonito, muy bonito ver esa unión y ver cómo entre ellos mismos se ayudan mutuamente”.
Para otro de los monitores, Víctor Barazal, del grupo de los más pequeños, esta es la primera vez que asiste como tal al campamento, aunque él ha acudido como participante en alguna ocasión cuando cumplía con la edad requerida. Por eso, asegura que “el darte cuenta de que, aún siendo monitor, disfrutas mucho viendo a los chavalitos disfrutar, eso es algo también súper enriquecedor. Yo, cada día que me voy a dormir, lo pienso: se ha desarrollado muy bien el día. Estoy muy contento. Los chavales han estado también muy contentos y se lo han pasado bien. Y eso te aporta, el estar ahora en verano, o en cualquier momento del año, haciendo un campamento, y ser feliz haciendo lo que haces, que es algo bastante importante, la verdad”.
Con 19 años, Víctor es el más joven de todos los monitores, y habla desde su doble experiencia en los campamentos. “Cuando era chaval y salía del campamento, yo pensaba en lo bien que me lo había pasado y en todos los amigos que había conocido, y realmente como monitor es lo mismo. Tú, quizás, como monitor no participas directamente en la actividad, tú no te pones a hacer el taller, pero sí ayudas a los niños. Aunque como monitor tienes la autoridad sobre los chavales de ser la figura que guía o que enseña, realmente para mí ahora mismo es como ser otro participante más. Quizás no un acampado, pero otro participante más”, dice.
Tanto Marta como Víctor no dudan en animar a las familias a que apunten a sus hijos o hijas a esta actividad. Para Marta “es un pedazo de oportunidad. En general, creo que los campamentos de verano son un espacio para que los niños salgan un poco de casa, prueben un poco de independencia también, salgan del ámbito que tienen en la rutina y un poco de su zona de confort. Los campamentos siempre te ofrecen la oportunidad de conocer a personas nuevas, de enfrentarte a situaciones que a lo mejor en tu vida cotidiana no te enfrentas, a superarte a ti mismo y sobre todo el de la ONCE es un campamento en el que damos espacio a que se reúnan niños con la misma discapacidad y niños que no la tienen y eso les hace valerse por sí mismos, confiar en otras personas, en sus compañeros, en los monitores, vivir otras experiencias y creo que es muy, muy, muy, muy enriquecedor”.
Por su parte Víctor destaca la gran labor de los monitores y de la coordinadora y en un ambiente así, dice, “en el que hasta el propio monitor aprende, que traigan a sus hijos, que se animen, que van a aprender muchísimo, se lo van a pasar genial. Van a conocer a muchos chavales, de sus edades, o más pequeños, o más mayores. Simplemente que se animen, que prueben, y que es la ocasión perfecta para salir de la zona de confort, un poco avivar esa independencia e ir mejorándola, simplemente con el paso de los días, y poquito más. Y volver a repetir y disfrutar mucho”.
La vivencia en primera persona
Como en años anteriores, dentro del ClubONCE se ha abierto un espacio específico dedicado a los campamentos, donde en cada uno de ellos, a modo de blog, y a lo largo de los días, han ido colgando algunos post de las actividades, opiniones, fotos y vídeos, de los que hemos querido recoger una pequeña muestra:
► Extremadura y Castilla y León (Centro de Educación Ambiental “El Salugral”)
• El experimento que hizo volar la imaginación: vinagre, bicarbonato y globos
Sin duda, uno de los momentos más esperados y divertidos del día fue el experimento con vinagre y bicarbonato que hizo que los globos se inflaran solos, sin necesidad de soplar. Esta sencilla reacción química atrapó la atención de todos, desde el primer instante en que se mezclaron los ingredientes.
Los participantes se organizaron en pequeños grupos, atentos y curiosos, mientras observaban cómo la mezcla comenzaba a burbujear y el globo, colocado cuidadosamente en la boca de la botella, comenzaba a expandirse poco a poco. Las caras de asombro y emoción eran inevitables: “¡Mira cómo crece!”, “¡Parece magia!”, “¡Esto es increíble!”, se escuchaba por doquier.
Además de la sorpresa, el experimento fomentó la participación activa y la cooperación entre los niños y niñas; intentaban inflar globos más grandes, comparaban sus resultados, y no faltó quien, entre risas, hacía apuestas amigables sobre quién lograría el globo más inflado. Algunos globos reventaron en el proceso, provocando risas y pequeños sobresaltos que solo aumentaron la diversión.
Este sencillo pero potente experimento sirvió también para introducir conceptos básicos de química y física de forma práctica y visual, acercando la ciencia a los participantes con una experiencia memorable.
Al finalizar, el comentario general fue lo sorprendente que resultó ver cómo una reacción tan sencilla podía tener un resultado tan espectacular. Sin duda, la química se convirtió en la protagonista del día y dejó una huella imborrable en el grupo.
“¡La ciencia es mágica! El globo se infla solo y las caras lo dicen todo.”
• Testimonio del día – Enzo Gómez, 9 años
Enzo tiene 9 años y ya es todo un veterano del campamento: este es su tercer verano aquí y lo vive con la misma ilusión del primero. Lo que más está disfrutando es haber hecho nuevas amistades y poder compartir cabaña con ellas. Para él, convivir, charlar por la noche y reírse en grupo es una de las mejores partes de esta experiencia.
Nos cuenta, entusiasmado, que ha aprendido a signar algunas palabras con su compañero Joel y que la historia de la Vía Verde le pareció súper interesante. De todas las comidas, se queda con el bocata de tortilla del otro día, que, según él, “estaba buenísimo, sobre todo después de andar tanto”.
También ha hecho nuevos amigos, como Luis, con quien ha conectado desde el primer momento.
"Me encanta venir a estos campamentos”, nos dice. Y su sonrisa lo dice todo: Enzo está exactamente donde quiere estar.
► Cataluña (Casa de “Colonias Artur Martorell”)
• Testimonio del día - Eric Ávila, 7 años
Eric, con su energía contagiosa, nos cuenta:
“Lo que más me está gustando del campamento es jugar con mis amigos y amigas y hacer nuevas actividades. ¡Me encanta correr y explorar! He conocido a niños y niñas que no conocía y ya estoy jugando con ellas y ellos. Aún no hemos comido porque acabamos de llegar, pero seguro que me gusta todo. No es la primera vez que vengo a los campamentos de la ONCE. Ya he venido otras veces y siempre me lo paso genial. ¡Me encanta venir aquí!”
► Murcia (Albergue “Las Nogueras de Nerpio”)
• Geología, descubrimientos y muchas carcajadas
¡Seguimos viviendo momentos increíbles en nuestra aventura científica!
Hoy el día ha girado en torno a la geología, y desde bien temprano hemos aprendido sobre los distintos tipos de piedras y minerales. La actividad ha sido súper interesante, sobre todo cuando hemos podido ver, tocar y explorar una colección real de minerales y rocas. ¡Algunas tenían colores brillantes, otras texturas extrañas… y todas nos han fascinado!
“Exploramos con las manos el fascinante mundo de la geología”
Después de tanta curiosidad, tocaba moverse y disfrutar. Así que hemos bajado a la piscina, donde entre tiradas por el tobogán, juegos y música, hemos compartido momentos geniales. Nos encanta ver a los niños y niñas disfrutar tanto en equipo, fortaleciendo amistades y creando recuerdos únicos.
Por la tarde, hemos seguido creando. Inspirándonos en los minerales que conocimos por la mañana, hemos hecho unos proyectos artísticos y científicos preciosos. ¡Incluso creamos nuestros propios fósiles con plastilina! La imaginación no tiene límites aquí en el campamento.
Además, hemos avanzado en nuestro gran mural colaborativo, un espacio en el que plasmamos nuestras ideas sobre el futuro de la ciencia y la tecnología. Cada niña y niño aporta algo único y entre todas y todos está quedando ¡espectacular!
“Creamos juntos un futuro lleno de ciencia y sueños compartidos”
Y por si esto fuera poco… llegó la velada nocturna. Hoy nos hemos enfrentado en nuestro particular GRAN PRIX, lleno de retos, risas y trabajo en equipo. Pero el broche de oro ha sido el juego de las carcajadas: ¡reír sin parar mientras escuchábamos las risas del resto ha sido simplemente inolvidable!
► Comunidad Valenciana (Albergue La Surera)
• Testimonio del día: Nuria Tristante, 12 años
“Lo que más me gusta del campamento es estar con la gente, reencontrarme con amigas de otros campamentos, pero también conocer gente nueva. He aprendido muchas cosas muy curiosas sobre los inventos de la NASA que ahora utilizamos de forma normal, como los pañales. La comida está buena, pero lo que más me gustó fueron los macarrones de la comida y el postre. Sí, he conocido a personas nuevas en este campamento y creo que seremos buenos amigos. Con este ya llevo tres campamentos y espero volver muchos más”.
► Andalucía (Albergue Andévalo Aventura)
• Testimonio del día – Ainhoa Verónica Prat Ochoa, 15 años
— “Hoy me ha encantado el taller de reconocimiento de aves. He aprendido a distinguir cantos y hojas de plantas de la zona. Mi comida favorita han sido los macarrones y he conocido a mi monitora, que es nueva. Llevo viniendo desde que tenía 6 años y ¡cada vez me gusta más!”.
► País Vasco, Cantabria, Aragón, La Rioja y Navarra (Albergue del Instituto de Formación Agroambiental de Jaca-Huesca)
• Testimonio del día – Amaia García, 11 años
– Lo que más me está gustando es conocer a gente nueva y los juegos por la noche.
– He aprendido que hay muchos tipos de preguntas científicas y que algunas son súper raras.
– Mi comida favorita ha sido la tarta del cumple, ¡estaba buenísima!
– Sí, he conocido a dos amigas nuevas y ya jugamos juntas a todo.
– Es mi primer campamento de la ONCE y me está encantando.
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