Desde junio del año que acaba, la accesibilidad en páginas web, aplicaciones móviles y comercio electrónico conoció nuevas fronteras gracias a la puesta al día de la Ley Europea de Acccesibilidad (EAA). En Así Somos Conectados cerramos el año repasando qué ha supuesto realmente esta nueva normativa internacional que busca mayor igualdad de acceso a la información digital y menos barreras en la experiencia online para las personas con discapacidad.

Internet trajo consigo a finales de los 90 la democratización, masificación e instantaneidad de la información. Nacía un nuevo mundo digital y virtual compartido donde se puede encontrar cualquier cosa que busquemos, pero un mundo que no era del todo democrático, inclusivo e igualitario para todas las personas. Hasta el pasado 28 de junio de 2025.

Sí, hace solo unos meses todo cambió, especialmente en la Unión Europea, gracias a la nueva y actualizada Ley Europea de Accesibilidad (EAA en sus siglas en inglés para European Accessibility Act), un conjunto de nuevas exigencias, requerimientos y regulaciones para empresas, organismos y administraciones que vela por un acceso a la información online y una experiencia de navegación web y app absolutamente comprometidas con la igualdad y las facilidades de uso y recepción, para todas las personas, también las personas ciegas, sordas, con discapacidad intelectual o motriz.

Parece mentira que hasta 2025 no se haya terminado de regular a nivel internacional cómo debe ser la accesibilidad universal de los contenidos digitales y aparatos electrónicos, especialmente los sites los de organismos públicos que la ciudadanía tiene que utilizar cada vez más para cualquier proceso burocrático y consulta. Pero, también, es cierto que es ahora cuando la tecnología permite hacer más fácil cualquier avance o paso adelante significativo en accesibilidad, empezando por el auge de la IA generativa que ayuda directamente a los diseñadores de páginas web, aplicaciones y sitios online a crear experiencias adaptadas a cualquier necesidad y perfil, aunque desconocieran a priori cómo lograrlo. E, incluso, se pueden implantar herramientas de la propia IA para ayudar al usuario final a desenolverse con facilidad en estos espacios virtuales. No son pocas las páginas web que han estrenado una ventanita de chatbot en 2025...

Junto a los avances técnicos que hoy hacen más fácil, barato y rápido generar entornos digitales verdaderamente inclusivos, también está la creciente conciencia social de que estos espacios de información e interacción pueden y deben ser inclusivos, accesibles para todo el mundo, con las respectivas preocupaciones individuales y colectivas que ello, por fin, conlleva.

Por tanto, este año que termina ha sido un año histórico y que quedará en el recuerdo por la implantación de cambios y medidas realmente eficaces y homogéneos, en busca de hacer más fácil, agradable, intuitivo y adaptado todo el entorno online, intentando no dejar fuera a colectivos que hasta ahora lo tenían más difícil o no podían operar en internet con total autonomía.

Todo esto afecta no solo a páginas web y aplicaciones, sino también a redes sociales, a retransmisiones en directo, a contenido digital audiovisual de cualquier tipo -incluso experiencias de realidad virtual, realidad aumentada o metaversos- y cómo la ciudadanía se relaciona con las entidades en sus formatos de pantalla y conectados. Y la Ley Europea de Accesibilidad de junio de 2025 ha ido más allá, afectando también a teléfonos, ordenadores, televisores, servicios bancarios y de pago, transporte público, plataformas de comercio electrónico, comunicaciones electrónicas, etcétera.

 

¿Qué supone e impone la nueva Ley Europea de Accesibilidad 2019/882 (EAA)?

La nueva normativa, transpuesta en España como Ley 11/2023, trazada y ejecutada con un margen relativamente reducido y que puso a muchas marcas, empresas, organismos y entidades a tener que trabajar en sus productos web y app a velocidad y pasos agigantados de un mes a otro, es clara: Los sitios web, aplicaciones móviles, comercios electrónicos y dispositivos electrónicos deberán cumplir con estos nuevos requisitos o enfrentarse a sanciones económicas por incumplimiento, y un consiguiente y lógico grave impacto en su reputación y consideración social. Por primera vez, esta ley no solo afecta a los sitios públicos, sino también a los de empresas privadas, que, por supuesto, están encontrando en esta irrupción de medidas de accesibilidad ampliar sus alcances comerciales a públicos que antes quedaban fuera (las personas con discapacidad).

Muchas entidades ya disponían de páginas web o aplicaciones móviles accesibles y dentro de la normativa WCAG, al menos con una evaluación o certificación AA en accesibilidad. Igual para sus productos o servicios tecnológicos más allá del entorno web. Pero otras muchas empresas y organismos tuvieron que trabajar a contrarreloj para estar dentro de los mínimos que ahora son el estándar en la Unión Europea, lo que ha promovido que podamos decir que 2025 es el año con más cambios visibles en páginas web corporativas y administrativas desde que existe internet en Europa.

A esto se suma un cambio de mentalidad, en ocasiones forzado y rápido, que ha puesto a los equipos de comunicación online a aprender a lanzar sus mensajes, en todos los canales digitales, de manera accesible e inclusiva. La tecnologia de hoy lo facilita, la concienciación es cada vez mayor y existe normativa europea que empuja a actualizarse y trabajar de verdad para todo el mundo, desde un simple texto alternativo o audiodescripción hasta diseños de interfaz y colocación de elementos en pantalla que resulten fácilmente navegables y a consultar por cualquier persona, sea como sea.

¿Qué significa accesibilidad en internet?

Los productos y servicios digitales, para considerarse accesibles y para cumplir con la nueva normativa, deben ser:

• Comprensibles para todos los perfiles de usuarios.
• Navegables sin limitaciones, incluso sin el uso de un ratón ni un stick.
• Diseñados bajo principios de accesibilidad universal.
• Compatibles con tecnologías de asistencia, como lectores de pantalla o teclados adaptados.

Hasta junio de este año que termina, no era difícil encontarr páginas web, comercios electrónicos, redes sociales, dispositivos o aplicaciones móviles (apps) que no cumplían estos principios y que, por ejemplo, dejaban fuera de su uso a usuarios con ceguera total. Redes sociales como TikTok o Instagram han tenido que evolucionar mucho en los últimos años y meses -y lo siguen haciendo- para ser totalmente accesibles. Ocurre igual con páginas de comercio online tan famosas como eBay, Amazon o Vinted, que siguen mejorando para ser perfectamente usables por quien navega con comandos de teclado, por voz, o sin ver y con un lector de pantalla que le expresa en audio de manera clara y ordenada toda la información visual. O con aplicaciones de transporte o de banca, que todavía tienen bastante por hacer para que el usuario con discapacidad las pueda usar en igualdad y autonomía, sin necesidad de ayuda de otra persona.

Accesibilidad en internet significa igualdad de acceso y usabilidad real para todas las personas, presenten las características que presenten. Además, cada vez se demuestra más y mejor que la accesibilidad y la usabilidad no están reñidas con el diseño, no son factores incompatibles. De hecho, el diseño más valorado y premiado hoy es el que además es súper usable y fácil. Apple o Nintendo son empresas que saben mucho de esto desde hace décadas... Y en todos los soportes tecnológicos ocurre lo mismo: sencillez y experiencia de usuario satisfactoria igual a éxito comercial y reconocimiento en el sector. Una interfaz limpia que ayude a la persona usuaria con discapacidad a moverse mejor por los contenidos de ese site es una interfaz agradable para el resto de personas sin discapacidad o con otros perfiles de discapacidad. Lo bien diseñado para que lo vea la persona con baja visión no molesta ni afea el diseño que consume la persona con mejor visión. Ahí está el equilibrio que la accesibilidad tienen que jugar en todo diseño con ambición estética, diseño que, por supuesto, no deben dar de lado tampoco los organismos e instituciones públicas, a menudo con páginas web, aplicaciones o plataformas muy obsoletas y arcaicas en apariencia y aspecto. Ocurre en todos los países...

Hoy es fácil, barato, rápido y popular hacer comunicación en internet accesible, diseños inclusivos, usabilidad democratizada y experiencias de interacción agradables y no discriminatorias. Existen guías y foros para compartir herramientas y conocimiento sobre accesibilidad a la hora de confeccioanr productos, servicios o canales accesibles, las redes sociales automatizan procesos como incorporar audiodescripción, traducciones en tiempo real, textos alternativos de imágenes, lenguaje fácil... No tiene sentido en pleno 2026 al que entramos no disponer de accesibilidad y facilidades de uso en igualdad de un producto o soporte online.

Tener una página web accesible afecta ya hoy, tras el refuerzo de la Ley, también al llamado SEO (Search Engine Optimization), es decir, que las páginas con mejores resultados en usabilidad por cualquier persona será favorecidas por buscadores como Google o Bing, aparecerán más arriba en los resultados de búsqueda y por tanto tendrán más visibilidad y visitas. Que las propias Google o Microsoft se hayan volcado con esto también es una buena palanca para algunas empresas u organismos que no necesariamente iban a velar por la accesibilidad de sus websites. Sin embargo, ahora hay un motivo empresarial, reputacional y comercial más para seguir haciendo responsabilidad social corporativa en cualquier entidad y, en definitiva, un mundo mejor y más justo para todas las personas.

El Grupo Social ONCE y la accesibilidad

Obviamente, en el Grupo Social ONCE la Ley Europea de Accesibilidad de junio del 2025 no nos ha cogido por sorpresa ni ha supuesto ningún cambio radical o susto. Desde el lanzamiento de las primeras páginas web, allá por los principios de internet, hasta las redes sociales a la última como el reciente lanzamiento del canal de TikTok @gruposocialonce, que todos nuestros productos, servicios y mensajes sean totalmente accesibles para todas las personas y todos los perfiles de discapacidad, sin distinción y sin dejar a nadie atrás, en ONCE, Fundación ONCE e Ilunion hemos querido ser referentes en este sentido, con la accesibilidad por bandera y siendo el primero de todos los criterios a la hora de diseñar, generar experiencias de usuario, experimentar con usabilidad más extendida o comunicarnos y relacionarnos.

Todas las páginas web del Grupo Social ONCE, incluida esta revista digital Así Somos, cumplen con normativas de accesibilidad nacionales e internacionales desde que van descubiréndose y lanzándose nuevos avances, siendo páginas referentes en España y en el mundo donde las personas con discapacidad no solo se tienen en cuenta para no quedar desfavorecidas, sino que van primero y se diseña pensando, ante todo, en ellas. Ocurre igual con nuestras Apps, nuestra forma de trabajar las redes sociales, las comunicaciones, nuestros servicios sociales -en este momento en pleno proceso de renovación-, nuestros eventos y retransmisiones...

También te puede interesar en Así Somos Conectados:

• Las mejores Apps de móvil para personas ciegas o con baja visión
• La accesibilidad de Nintendo Switch 2
• Netflix, Movistar + o Disney +: ¿Qué plataforma de vídeo es más accesible?