Las fundaciones Barraquer, ONCE y Fundación ONCE Baja Visión (FOBV) revisarán la vista y donarán gafas a 300 menores en riesgo de exclusión
La salud visual en la infancia es un elemento decisivo para el desarrollo educativo, personal y social. Ver bien influye directamente en el aprendizaje, la autonomía y la forma de relacionarse con el entorno. Con esta convicción, Fundación Barraquer, Fundación ONCE y Fundación ONCE Baja Visión (FOBV) han sellado un convenio de colaboración orientado a la prevención y a la igualdad de oportunidades.
El acuerdo permitirá revisar la vista a más de 300 niños y niñas en riesgo de exclusión y facilitarles, cuando sea necesario, gafas, materiales ópticos, dispositivos o tratamientos oftalmológicos. El objetivo es actuar a tiempo para evitar que los problemas visuales se conviertan en una barrera añadida en contextos ya marcados por la vulnerabilidad social.
La firma del convenio tuvo lugar en Madrid el 12 de diciembre de 2025 y supone el primer avance de un proyecto que comenzará a desplegarse en 2026. En esta fase inicial, las actuaciones se desarrollarán en seis comunidades autónomas, con especial atención a aquellos entornos donde el acceso a revisiones oftalmológicas es más limitado.
El programa arrancará en Barcelona y se extenderá progresivamente a Cataluña, Madrid, Comunidad Valenciana, Murcia, Andalucía y Canarias. En cada territorio se organizarán jornadas de evaluación oftalmológica y óptica, concebidas como espacios de detección precoz y acompañamiento a las familias.
Para garantizar que la iniciativa llegue a quienes más lo necesitan, las tres fundaciones colaborarán con organizaciones y asociaciones especializadas que trabajan con menores en situación de vulnerabilidad. Estas entidades ayudarán a identificar los casos prioritarios, con una previsión de hasta 50 menores por localidad.
Desde la Fundación ONCE, su director general, José Luis Martínez Donoso, ha destacado el valor estratégico de este acuerdo, recordando que “llevábamos tiempo trabajando con la Fundación Barraquer porque teníamos constancia del alto nivel de personas con discapacidad visual no afiliadas a la ONCE, muchas de ellas en colectivos muy vulnerables”. Una realidad que exige respuestas coordinadas.
En ese sentido, Donoso ha subrayado que la clave está en convertir los compromisos en acciones concretas: “La firma está muy bien, pero el papel lo aguanta todo; ahora hay que pasar de las musas al teatro y trabajar para que sea efectivo”, ha señalado, en referencia a la necesidad de poner en marcha el convenio cuanto antes.
El presidente de la Fundación Barraquer, el doctor Rafael Ignacio Barraquer, ha puesto el acento en la complementariedad entre la atención sanitaria y el acompañamiento social. “Cubrimos fases diferentes del proceso de la persona que tiene problemas de visión”, explicó subrayando que la colaboración permite crear sinergias reales y abrir la puerta a proyectos compartidos.
Por su parte, Ángel Sánchez, presidente de la Fundación ONCE Baja Visión, destacaba el enfoque preventivo del proyecto y su impacto a largo plazo: “Vamos a trabajar con el futuro, con los niños, con aquellos que están en peligro de exclusión y tienen dificultad para acceder a un servicio oftalmológico”. Una apuesta clara por la infancia como eje de transformación social. Y añadió que iniciativas como esta permiten evitar pérdidas irreversibles: “Todo lo que sea evitar que alguien pierda la vista, y sobre todo un niño, es maravilloso y vale la pena”. Un mensaje que resume el espíritu de un convenio que no solo revisa la vista, sino que protege oportunidades.
Más allá de la atención clínica, el convenio incorpora un componente esencial de sensibilización social. Concienciar a las familias sobre la importancia del cuidado de la vista desde edades tempranas y fomentar la revisión oftalmológica periódica forman parte de una estrategia preventiva con vocación de continuidad.
Con este proyecto, la Fundación Barraquer, la Fundación ONCE y la Fundación ONCE Baja Visión refuerzan su compromiso con una sociedad más justa e inclusiva, donde ver bien no dependa del contexto social. Una iniciativa que demuestra que la salud visual también es un derecho y que invertir en la infancia es invertir en el futuro.