A los ocho años se subió a un escenario para interpretar un papel en ‘La Tarara’. Desde entonces no se ha bajado de él. Primero como actriz y luego como directora. Desde hace un año y medio dirige el grupo de teatro ‘La Perseverancia’ de la ONCE. Gema Murgado (Algeciras, 1981) no concibe la vida sin teatro y el teatro sin música. 

El pasado día 11 de junio ha estrenado la obra ‘Casa de Muñecas’, del dramaturgo y poeta noruego Henrik Ibsen, considerada por la crítica como la primera obra teatral verdaderamente feminista, toda una declaración de intenciones con la que inaugura un nuevo tiempo para el grupo de teatro de la ONCE de Algeciras. 

Pregunta.- ¿Qué hubo de teatro en su infancia? 

Respuesta.- Pues desde muy pequeñita empecé a hacer teatro, tendría unos 8 años. Yo era una persona extremadamente tímida. A mí el teatro me influyó de una forma que marcó mi personalidad. Realmente lo veo una herramienta maravillosa para trabajar tanto con adultos como con niños porque te permite expresarte, tener control de tu cuerpo, incluso gestionar las emociones. Y a nivel social también de inclusión. La verdad es que es algo que me aporta siempre cosas positivas.

P.- ¿Recuerda cuál fue el primer papel que interpretó? 

R.- Pues sí, se llamaba ‘La Tarara’ y yo hacía de una chica que se llamaba, si no recuerdo mal, Sara o Sandra. Lo recuerdo como si fuera ayer, la verdad, porque el teatro ha sido algo que me ha impactado mucho desde pequeña. Y desde ahí, siempre seguía haciendo hasta recibir alguna beca para poder seguir estudiando, porque cuando entré en el Instituto no podía compaginar muchas cosas y la situación en casa no era para poder pagar cosas tan extras como era el teatro en ese momento. Ahora es más accesible pero entonces, cuando yo era pequeña, no lo era y la verdad que seguía haciéndolo. Siempre he tenido contacto con el escenario ya sea a través de la música o del teatro.

P.- ¿Y recuerda la primera obra que vio? 

R.- Ahí sí que tengo que hacer memoria, quizá fuese aquí en la ONCE, seguramente sería alguna obra infantil.

P.- ¿Y cuándo decide dedicarse profesionalmente al teatro?

R.- Yo tenía muy claro que mi sitio estaba o en el escenario o detrás del escenario ayudando a los que están en el escenario. Lo que pasa es que muchas veces por situaciones pues no puedes hacer las cosas cuando quieres, así que yo me fui a hacer la carrera con 32 años. Hice Interpretación Musical en Málaga y estuve allí unos cuantos años trabajando. Empecé con una empresa de visitas teatralizadas y ahora espero seguir ayudando a los demás a poder conseguir cosas y subirse al escenario con seguridad y con tranquilidad y pisando las tablas porque es algo que es una forma de expresar, de expresarme para mí. No concibo la vida sin el teatro.

“Me fascina la construcción de los personajes”

P.- ¿Qué le seduce más?

R.- Lo que más, la verdad, en cuanto a nivel técnico, la construcción del personaje. Es algo que me fascina porque las personas somos muy complejas y realmente si tú quieres perfilar bien un personaje y hacerlo creíble, lo tienes que trabajar mucho, naturalizar mucho. Todo lo que se refiere a la construcción del personaje me llama muchísimo la atención, cómo el actor tiene la capacidad de cambiar totalmente su forma de hablar, de expresarse para poder adaptarse a lo que realmente el guion te está dando. Si me tengo que quedar con algo, yo creo que la construcción de los personajes es lo que más me fascina.

P.- Por su formación y trayectoria, no concibe el teatro sin música

R.- Es que realmente la música en el arte está muy integrada con el baile y el teatro. Yo he trabajado mucho tiempo también en orquesta. También la música es algo que ha formado parte de mi vida. En mi casa se ha escuchado mucha música de mucho tipo. Es algo que yo lo he tenido muy naturalizado y que va siempre unido. Tú nunca vas a ver una obra de teatro en la que no haya una pieza musical. Aunque tengo que decir que, aunque estudié Interpretación Musical, soy más adicta a las obras textuales que musicales. Sin embargo, sí es cierto que no concibo el teatro sin música.

P.- ¿Cuál es su musical fetiche? 

R.- ‘Cabaré’. Adoro a  Sally Bowles. Me encantaría poder interpretar ese personaje, me parece maravilloso y una obra que tiene muchísimo trasfondo.

Le iba a preguntar a quién le gustaría interpretar si a Cristhine en ‘El Fantasma de la Ópera’ o Fantine en ‘Los Miserables’ pero me he equivocado de musical entonces.

A Fantine, sin duda. Además, que por mi voz no podría yo ser Cristhine con esta voz que tengo -se ríe-.

P.- Es importante tener formación musical

R.- Sí lo es. A ver, no es indispensable para moverte en este grupo. Hay muchísima gente que tiene el talento de forma innata. Pero el trabajo y la técnica es la que te salva cuando estás en un apuro. Entonces todo lo que puedas aprender a nivel técnico va a apoyar ese talento que tú tienes. Así que siempre la formación es muy importante. He visto cómo han ido evolucionando desde que entré en este grupo. Han tenido varios cambios de directores, han trabajado mucho tiempo juntos y necesitaban un poco de cohesión de grupo y trabajo de dinámica. Entonces empezamos con ese tipo de trabajo y he visto como, a lo largo de este año y pico que llevamos trabajando y hemos montado la obra, han ido aprendiendo y tienen ahora muchísimos recursos técnicos.

P.- ¿Dónde se siente más segura y cómoda, como actriz o como directora?

R.- Hoy en día te diría que estoy prácticamente en el mismo nivel. Es cierto que la responsabilidad que conlleva el cargo de dirección escénica es mucho mayor. El actor, por lo menos tal como yo veo el trabajo del actor, se debe centrar en su personaje, en su historia, en conocer la obra. El director tiene que estar en millones de detalles a la vez. Es un trabajo bastante complejo, pero cada vez me siento más cómoda con él.

P.- ¿Y qué da más vértigo, dirigir un estreno o salir a escena para estrenar una obra? 

R.- Para mí dirigir. Quizás sea que estoy más acostumbrada al trabajo actoral, llevo más tiempo desde los 8 añitos subida al escenario, que para mí es un medio natural.

“El teatro tiene mucho de denuncia”

P.- Para la directora de ‘La Perseverancia’ el teatro es un instrumento de transmisión de valores 

La verdad es que sí. Tenemos que pensar que el teatro en esencia tiene mucho de denuncia, de mostrar, de educar a la sociedad. Esa parte del teatro no se puede perder. Y eso es válido tanto en el trabajo con adultos como con niños. Tú puedes a través de una obra, de un mensaje, de una dinámica transmitirles a esos chicos valores que, a lo mejor, incluso en su casa no pueden ni tener. Es una pantalla en la que se refleja la sociedad. Por tanto, creo que siempre va a reflejar una enseñanza y valores, por supuesto.

P.- ¿Compromiso social?

R.- Siempre.  

P.- Y en este mundo en el que vivimos, en un momento de tanta crispación y  radicalidad ¿qué cree que aporta el teatro? 

R.- Magia. Tal cual. El teatro yo es que lo veo pura magia. Es algo que te hace evadirte, tanto si estás tú en el escenario como si vas a ver una obra de teatro. Es como desaparecer durante un tiempo. Y sumergirte en lo que estás viendo o en lo que estás viviendo en caso del actor. Por lo menos para mí.

P.- Lleva ya más de un año con ‘La Perseverancia’. ¿Qué grupo encontró? 

R.- Pues la verdad que tengo que decir que magia. También hay personas maravillosas que llevan mucho tiempo haciendo teatro. Cuando yo llegué habían pasado varios directores tras la pandemia y hacía falta trabajo de cohesión de grupo, porque aunque hubieran trabajado juntos antes no estaban acostumbrados a estar montando dinámicas y entrenamiento actoral entre ellos. Tuvimos un proceso. Y hemos ido superando pequeños retos y han ido avanzando muchísimo, hemos hecho mucho trabajo tanto en el escenario como a nivel de grupo. Y estoy muy contenta con lo que están haciendo, se lo toman muy en serio y para ellos también el teatro forma parte de su vida diaria.

P.- Es su primera experiencia con un grupo de actores ciegos y con discapacidad visual grave, con teatro inclusivo. ¿Cómo está resultando esa experiencia?

R.- Yo siempre soy partidaria de no ponernos límites, siempre siendo conscientes de nuestras capacidades, de lo que somos capaces para no llegar a frustrarnos de cara. No puedo volar, pero moverse en un escenario sí. Cada vez que vengo a un ensayo y los veo te prometo que me crean una gran admiración porque hacen un trabajo maravilloso. Moverse en un escenario no es fácil. Tú tienes que estar pendiente de muchísimas cosas. A nivel actoral te tienes que evadir de todo lo que tienes enfrente, que es un gran público en muchas ocasiones, del ruido, pendiente a todos los detalles, tus compañeros, la escenografía, cambiar el abrigo y cuando los veo, después de todo este entrenamiento de este último año, las cosas que hacen, cómo entran, cómo salen con total autonomía, es que lo único que puedo decir es la admiración que siento por ellos porque hacen un gran trabajo y se han esforzado mucho.

“En esta vida no hay que limitarse”

Gema Murgado asegura que el Movimiento Teatral de la ONCE "hace una labor maravillosa"

P.- ¿Y qué ha aprendido usted?

R.- Que en esta vida no hay que limitarse. Todo el mundo es capaz de hacer teatro, cualquier persona. No necesitas tener tus cinco sentidos porque al final lo suples. Ellos tienen un oído excelente, mucho mejor que el mío. He  aprendido que cualquiera puede hacer teatro en esta vida, que todo es cuestión de trabajo.

P.- ¿Por qué ha elegido ‘Casa de muñecas’ para esta primera obra en esta nueva etapa de ‘La Perseverancia’?

R.- A mí siempre me gusta que haya un mensaje, un reflejo. Y ‘Casa de muñecas’ lanza un mensaje hacia la sociedad y hacia la inclusión en la sociedad, en este caso, desde la visión exclusiva de una mujer. No es exclusivamente feminista. En palabras del autor, él lo ve como un problema no de las mujeres, sino del ser humano. La obra está inspirada en 1890 y es cierto que es más fácil mostrar eso desde la figura de una mujer, porque en esa época no podían ni siquiera recibir cartas. Habla de las relaciones tóxicas que muchas veces tenemos porque en realidad el matrimonio protagonista lo que tienen es una relación tóxica de la que aún no son conscientes. El componente feminista está ahí pero también me parece un tema muy actual, que debería tener más visión y deberíamos estar más despiertos a ello.

P.- Por lo tanto, es radicalmente actual

R.- Sí, de hecho, hace dos semanas que la están representando en Madrid. Y la han actualizado. Nosotros hemos respetado la época en la que está la obra pero ellos se la han llevado a la época actual y ahí está ahora mismo en el teatro, en la Gran Vía. 

P.- ¿Cómo valora el movimiento teatral de la ONCE? 

R.- Me parece que hacen una labor maravillosa. Es muy importante darles a ellos la seguridad de que pueden hacerlo y creo que en eso se basa este proyecto, en darles la oportunidad de hacer que muchas veces en otros contextos no la tienen.

P.- El nombre de ‘La Perseverancia’ supone toda una declaración de intenciones

R.- Totalmente, me parece que es el nombre mejor escogido. Es muy importante ser perseverante, el trabajo, no decaer, el ser constante te va a llevar a conseguir las metas.

P.- ¿Qué le preocupa como ciudadana? 

R.- La falta de paz. No sé cómo aportar ahí mi granito de arena, la verdad, porque muchas veces tú dices que no se puede hacer nada y soy una persona que me revelo siempre ante no hacer. Soy actriz. La acción está en mí. Y es algo que sí que me preocupa mucho porque veo mucho odio. A veces te pones a ver el Telediario y es como, ¡Dios mío!, con lo bien que se puede vivir tranquilo y en paz.

P.- Y en ese sentido, ¿el teatro ejerce también como de vacuna, ante tanto odio, tanto ruido y tanta crispación?

R.- Lo es. Y para gestionar emociones tanto como para producirlas, como para gestionarlas tú mismo. Al actor le ayuda mucho eso.  

P.- Por último, ¿qué recomendaría a alguna persona con discapacidad que no se atreva a dar el paso de intentarlo en el mundo del teatro?

R.- Que vaya a cualquier ensayo de un grupo. Yo invito al que quiera a que venga, porque además estoy segura de que en mi grupo estarían encantados de recibirlos. De hecho, alguna vez hemos recibido algún compañero, algún amigo y han estado encantados. El que tenga cualquier duda que vaya a un ensayo y vea cómo trabajan los grupos de la ONCE porque se le van a quitar las dudas.