
Fundación ONCE del Perro Guía y Royal Canin, comprometidos con la salud de los perros guía
Ambas entidades renuevan su colaboración iniciada en 2019, apostando por el bienestar, la formación y la concienciación sobre el trabajo de los perros guía
En estos últimos seis años ambas entidades han trabajado conjuntamente en distintos aspectos de la vida de los perros guía (actuales y futuros), con especial foco en una nutrición a medida para cada animal. En este sentido, durante 2025 Royal Canin continuará aportando soluciones nutricionales adaptadas a las necesidades específicas de cada perro guía, con el objetivo de promover un desarrollo físico y cognitivo óptimo desde las primeras etapas de vida hasta que alcanzan la edad adulta.
“El apoyo de Royal Canin durante estos seis años ha sido clave para impulsar el proyecto de la Fundación. Su calidad y su conocimiento científico nos han ayudado a que nuestros perros crezcan sanos y tengan una buena calidad de vida. Ambos puntos son clave para nosotros y estamos encantados de poder seguir construyendo juntos este camino”, ha subrayado María Jesús Varela, directora de la Fundación ONCE del Perro Guía.
Junto a su contribución en el ámbito de la nutrición, Royal Canin continuará participando activamente en los procesos de socialización y entrenamiento, así como en la formación de los profesionales de la Fundación implicados. Todo ello con el propósito de seguir impulsando una mayor conciencia social sobre la labor esencial que desempeñan los perros guía y la importancia de cuidarlos con rigor y responsabilidad.
Javier Martínez, director general de Royal Canin, ha destacado: “Estamos encantados de continuar nuestra colaboración con la Fundación ONCE del Perro Guía y de poder seguir apoyándoles en esta fase de crecimiento en la que se encuentran ahora mismo. Estamos muy orgullosos de poder contribuir a que los perros guía puedan desarrollar en las mejores condiciones el importantísimo rol de ayuda que tienen para las personas ciegas”.
El entrenamiento de los perros guía tiene en cuenta múltiples situaciones reales que afrontan a diario las personas ciegas, como identificar y esquivar obstáculos, encontrar accesos o asientos libres, e incluso ejercer desobediencia inteligente cuando una orden puede poner en riesgo la integridad de su usuario. Un trabajo excepcional que requiere un estado físico y emocional óptimo, al que esta colaboración contribuye activamente.