Empresas con propósito: definición, características y ejemplos
¿Te has planteado alguna vez qué pides a una empresa para sentirte atraído por ella? Seguro que tú, como casi todos, pides algo más que productos y servicios.
Actualmente la sociedad reclama algo más: un propósito claro que explique cómo esa marca o empresa, más allá del cumplimiento de la ley, pone su granito de arena en mejorar su entorno. Y cómo ese compromiso social se traduce en mejorar la vida de las personas y del planeta.
Las llamadas empresas con propósito han dejado de ser una tendencia pasajera para convertirse en un modelo de negocio sostenible, capaz de generar valor compartido para clientes, empleados, inversores y la comunidad en general.
En este artículo vamos a profundizar sobre qué significa realmente el propósito de una empresa, por qué es esencial para su crecimiento y su impacto social, y cómo se diferencia de la misión y la visión, ya que es algo que suele generar confusión.
¿Qué es el propósito de una empresa y por qué es esencial?
El propósito de una empresa va más allá de generar beneficio económico. Se trata de la razón de ser de una compañía, lo que explica por qué existe y qué aporta a la sociedad y al planeta. No se limita a ofrecer un producto o servicio, sino que busca contribuir al desarrollo sostenible, generar valor y responder a los intereses de los distintos grupos de interés ahora y en el futuro.
Cada vez más estudios muestran que las personas prefieren marcas con compromiso. Según Deloitte, un 60% de los consumidores eligen productos de compañías comprometidas con lo social o lo ambiental. Iniciativas como el movimiento B Corp o el sello B-Qual promueven este enfoque, impulsando un modelo empresarial más responsable y comprometido.
Pero tener propósito no depende de un sello. Las marcas deben demostrar su compromiso social con acciones reales que generen impacto positivo en su entorno.
Un ejemplo cercano es cuando un hotel, además de cuidar de sus clientes, contrata a personas con discapacidad y reduce su huella ambiental. Prácticas como esta, presentes en todas nuestras actividades, reflejan cómo contribuimos al desarrollo local, sostenible e inclusivo.
La vocación que hace más de 85 años impulsó la creación de la ONCE, trabajando por la igualdad de oportunidades para personas con ceguera y otras discapacidades ha sido el motor a partir del que el Grupo Social ONCE ha creado un modelo social y económico único en el mundo.
Este modelo sitúa a nuestro país como referente y al Grupo Social ONCE como marca reconocida por llevar su propósito al máximo nivel en todas sus actividades. Además de generar reconocimiento social y sostenibilidad económica para nuestras empresas, consigue un impacto positivo real en la sociedad y en nuestro entorno.
Diferencia entre misión, visión y propósito en una organización
A veces confundimos propósito con misión y visión. Un truco para definirlos o identificarlos en tu organización es hacerse las siguientes preguntas:
¿Qué hacemos hoy? ¿A qué nos dedicamos? La respuesta es la misión.
¿Qué queremos conseguir en el futuro? Lo que respondamos será la visión, y nos dice hacia dónde queremos ir.
¿Por qué existimos y qué aportamos a la sociedad? Pues esta respuesta es el propósito.
Esta diferencia es clave para que la organización tenga un rumbo claro y pueda comunicarlo con transparencia y hace que cada empresa u organización pueda diferenciarse de sus competidores. Cada una de las empresas que configuran el Grupo Social ONCE tienen claro cuál es su misión, su visión y su propósito.
El propósito del Grupo Social ONCE es lograr la igualdad de oportunidades para personas con discapacidad, demostrando que es posible generar valor económico con un impacto positivo en la sociedad.
Nuestra misión, o casi podríamos decir, nuestra herramienta para conseguir la plena inclusión es gestionar en el día a día nuestro modelo social y económico, combinando las loterías responsables de la ONCE, los programas sociales de la Fundación ONCE y las empresas inclusivas que se integran en ILUNION.
Y esta misión queremos llevarla a cabo mejor año tras año, para ser un referente global de economía social, inclusión y sostenibilidad, mostrando al mundo que hay formas diferentes de hacer las cosas. Sí, esta es nuestra visión de empresa.
Aquí viene otro truco para diferenciar el propósito entre todos estos conceptos: el propósito conecta con la parte más humana de la compañía y por eso puede ser un motor que mueve todas las decisiones en la organización, poniendo a las personas en el centro.
Características de las empresas con propósito
Las empresas con propósito comparten una serie de rasgos comunes tales como:
Generan un impacto positivo en la sociedad y el planeta.
Integran valores sociales y ambientales en su modelo de negocio.
Buscan contribuir al desarrollo sostenible.
Mantienen un fuerte compromiso con sus grupos de interés.
Piensan que el crecimiento económico es posible sin sacrificar el beneficio social.
Tienen una cultura empresarial que las hace diferentes y que atrae talento y fideliza a las personas que la integran.
Su liderazgo se basa en la coherencia y la integridad.
En definitiva, son compañías que no solo buscan crecer, sino crecer dejando una huella positiva.
Pasos para definir el propósito estratégico de una empresa
El propósito de cualquier organización o empresa, como hemos visto, es algo estratégico.
En el caso del Grupo Social ONCE algo realmente importante tanto para el crecimiento del grupo como para el bienestar de nuestro entorno. Nuestro negocio está vinculado con la sociedad.
Pero ¡ojo! no confundamos el propósito con un eslogan publicitario. Así que hay que ser rigurosos a la hora de definirlo porque va a guiar el comportamiento de toda la organización.
¿Qué pasos podemos seguir para definir el propósito de la empresa?
Analizar la identidad de la empresa. El propósito debe tener relación con los valores de la empresa y con la actividad de la misma.
Escuchar a los grupos de interés: clientes, empleados, proveedores, sociedad.
Detectar el impacto positivo actual o potencial. ¿Qué impacto positivo generamos en la sociedad o en el medio ambiente?
Redactar el propósito, para poder comunicarlo de forma clara a todos los empleados y también a los grupos de interés. Pero no basta solo con escribirlo, todas nuestras acciones tienen que respaldarlo. La estrategia de la empresa o de la marca tiene que estar alineada con ese compromiso.
Evaluar y hacer los ajustes necesarios para que no se pierda la coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos y que nuestro propósito guíe nuestras decisiones empresariales.
Ejemplos destacados de marcas con propósito
En todo el mundo encontramos marcas que han definido su propósito con éxito, y que desde su actividad han contribuido a la sociedad de forma positiva. Mejorar la salud de las personas a través de la alimentación, proteger el planeta con ropa sostenible, o mejorar el estilo de vida de la mayoría de las personas con productos asequibles son valores que se ven premiados por los consumidores. Y aunque el propósito puede ser diverso, siempre implica una contribución a la sociedad.
Pero como es lógico de quien más sabemos es de nosotros y en el Grupo Social ONCE tenemos muchos ejemplos de marcas con propósito, centradas en la inclusión y la igualdad de oportunidades para las personas con discapacidad.
Sin ir más lejos la ONCE, que no solo ofrece productos de lotería responsable, segura y social, sino que también genera inclusión laboral. O la Fundación ONCE que financia proyectos de accesibilidad, formación y empleo para personas con discapacidad. Y por supuesto Ilunion, como grupo de empresas, que integra el compromiso social en sectores como hoteles, limpieza, seguridad, contact centers…
Todo el Grupo Social ONCE tiene claro que la inclusión genera beneficios económicos y, lo que es mejor aún, sociales.
Cómo medir el impacto del propósito en una empresa
La sociedad y los accionistas no se conforman con saber que las empresas tienen un propósito definido. Quieren conocer cómo la empresa está contribuyendo a mejorar el entorno o la sociedad y para ello hay que medirlo.
Hay formas de identificar y cuantificar cómo los valores de la empresa impactan positivamente, por ejemplo:
Establecer indicadores (KPIS) de impacto social y ambiental además de los financieros.
Realizar encuestas de satisfacción entre los grupos de interés internos para saber qué nivel de fidelidad existe.
Analizar el crecimiento económico asociado al propósito como por ejemplo saber por qué nos eligen los nuevos clientes.
O revisar rankings de reputación como Merco, que valoran la coherencia y la responsabilidad corporativa.
Ahí está la clave, medir para garantizar que el propósito no quede solo en palabras, sino que genere un beneficio tangible para la sociedad y la compañía.
Un compromiso auténtico y bien comunicado motiva a los empleados, aumentando su satisfacción y fidelidad, y mejora los resultados económicos, la atracción de inversiones y la sostenibilidad de la organización.
Cada año nuestro Informe de Valor Compartido da las claves de cómo seguimos trabajando para el propósito de Grupo Social ONCE.
El papel del Grupo Social ONCE como empresa con propósito
Nuestro modelo integra lo social, lo fundacional y lo empresarial de forma única. Con más de 77.000 empleados, de los cuales un alto porcentaje son personas con discapacidad, el Grupo Social ONCE contribuye a la inclusión laboral y social de todos, apostando por la igualdad de oportunidades para personas con discapacidad.
Para ello cada año, invertimos cientos de millones de euros en programas sociales, impulsando el empleo, la accesibilidad, la innovación, la sostenibilidad, la formación, porque queremos devolver a la sociedad todo lo que nos ofrece.
Porque cuando una empresa tiene propósito, gana la sociedad… y gana también la empresa.