Brecha digital: cuando la comunicación inclusiva tiene en cuenta a todos
Imagina que coges tu móvil y no puedes escribir a tus familiares porque no encuentras cómo desplegar el teclado. Estar de repente desconectado del mundo sería raro, ¿verdad?
El lado bueno de la comunicación inclusiva es que, bien empleada, no deja a nadie fuera y evita generar brechas digitales entre personas. Generar una comunicación que incluye a todos significa que la voz de cualquiera se pueda escuchar y se garantiza ese derecho básico, independientemente de las circunstancias de cada uno.
Si alguien te da un like en Instagram con un smartphone adaptado o te acompaña a hacer un trámite del ayuntamiento mientras él lee la documentación en Braille y tú en tinta todo suena mejor, ¿verdad?
La brecha digital o de comunicación no solo es cuando las generaciones más mayores no dominan las nuevas tecnologías o trámites que ahora se realizan por internet. También existe cuando una persona con alguna discapacidad no puede usar de manera autónoma cualquier herramienta para comunicarse o recibir cualquier tipo de información adaptada a su condición personal.
Por ello, ser consciente de quién recibe el mensaje y el canal donde se traslada es la clave para adaptar el contenido y que lo entienda cualquiera. ¿Sabías que es posible enseñar las cordilleras de España para que alguien las aprenda solo con el tacto? En el Servicio Bibliográfico de la ONCE saben mucho de esto. Y si eres un profesional de la comunicación, ya no tienes excusa. Ahora puedes hacer llegar tus campañas sin límite en cualquier soporte a cualquier persona con esta guía de marketing y comunicación inclusiva de Ilunion.
La comunicación inclusiva no solo trata de trasladar un mensaje. También de que algo cotidiano como pedir una hamburguesa a domicilio sea igual de sencillo para cualquiera. Ponte en situación: viernes por la noche, peli y manta. Apetece, ¿no?
Si la app es accesible, tu cheeseburger y la de una persona con ceguera llega caliente y a la vez para disfrutarla tras una intensa semana de trabajo. Cuando la tecnología no está pensada para todos, mientras tú la saboreas la otra persona aún no ha podido elegir la salsa o pedir que le quiten los pepinillos. ¿Te habías parado a pensar lo que mejoraría esta empresa si se pone en modo escucha con todos sus clientes? A nosotros nos encanta la economía social y sabemos lo bien que funciona todo cuando se pone por delante a las personas antes que al beneficio económico.
La brecha digital puede darse en cualquier circunstancia pero la comunicación inclusiva está para echarnos una mano. Te contamos algunos ejemplos con los que seguro te sientes identificado.
A nosotros nos encantan los planes de ocio. Para los amantes de Netflix y la historia, en el preestreno de la miniserie ‘La luz que no puedes ver’ se proyectó el primer capítulo con subtítulos y audiodescripción en abierto para todo el público. Como puedes imaginar, la comunicación inclusiva no entiende de barreras cuando cualquiera puede aprender más sobre la II Guerra Mundial o de emocionarse con la historia entre la adolescente francesa Marie-Laure y el soldado alemán Werner, protagonistas de la trama.
Este verano nos fuimos de conciertos gracias al Anuario de Festivales Accesibles 2023, elaborado con el apoyo de nuestra Fundación ONCE. Artistas de la talla de Vetusta Morla, Lori Meyers, Antonio Orozco, Pablo Alborán... cada persona vibraba con su artista favorito escuchando sus temas o siguiéndolos con el subtitulado en lengua de signos y nos quedó muy clara una cosa: cómo suena de bien cualquier canción cuando todos nos movemos al mismo ritmo.
Incluso en uno de los momentos más importantes como son unas elecciones, la voz de todos se tiene que escuchar. ¿Te imaginas no poder votar porque no sabes qué papeleta estás cogiendo? En julio de 2023 más de 1.300 personas solicitaron el kit de voto accesible que elabora Ilunion Accesibilidad desde 2008 en colaboración con la ONCE para distribuir entre sus afiliados. Cuando el candidato ganador dice que gobernará para todos, cualquiera tiene que tener la opción de elegirle, ¿verdad?
Tan solo con ponerte en los zapatos del otro entiendes lo que ganamos cuando se tienen en cuenta todas las circunstancias. En internet, en el trabajo, en la calle... la comunicación inclusiva tiene en cuenta a todos. No se trata de determinar las diferencias, sino de saber que no hay barreras en las emociones de cualquier cosa que experimentamos. Y sino, te proponemos un reto: ¿te atreverías a ponerte delante de alguien y decirle te quiero en lengua de signos?
