Tarjeta Europea de Discapacidad, aprobada y urgente puesta en marcha
Se ha perseguido durante mucho tiempo y en determinados Estados miembro de la Unión Europea ya lleva meses en fase de prototipado. Ahora la Tarjeta Europea de Discapacidad es ya una realidad tangible que se impondrá en todo el continente a partir de su lanzamiento, estimado para antes de 2028.
El Grupo Social ONCE aplaude la aprobación definitiva que ha tenido lugar este abril de 2024, en la última sesión plenaria del Parlamento Europeo en este mandato, de esta Tarjeta Europea de Discapacidad y de la Tarjeta Europea de Estacionamiento para Personas con Discapacidad, y pide su puesta en marcha efectiva y compartida con la mayor rapidez posible en favor de los 85 millones de europeos con discapacidad. Nuestra acción internacional sigue trabajando por un mundo transfronterizo más fácil y en igualdad para las personas con discapacidad.
El Parlamento ha aprobado el informe de la Directiva sobre esta iniciativa por una amplísima mayoría de 613 votos a favor, 7 en contra y 11 abstenciones y demuestra la implicación de todos los ciudadanos de la UE y el trabajo de las organizaciónes de la discapacidad de Europa, entre ellas del Cermi y del Grupo Social ONCE en España, para este logro histórico. También se ha aprobado el informe sobre la Directiva complementaria necesaria para ampliar la tarjeta a ciudadanos extranjeros que residan legalmente en un Estado miembro.
Para Alberto Durán, vicepresidente del Grupo Social ONCE se trata de “la culminación de un apasionante proyecto en el que hemos trabajado intensamente durante casi diez años” puesto que “es una de las iniciativas emblemáticas de la Estrategia para los Derechos de las Personas con Discapacidad 2021-2030, que busca armonizar el reconocimiento de su estatus en toda la UE con el objetivo de garantizar, entre otros, el derecho a la libertad de movimiento”.
“Celebramos esta acción sin precedentes, en la que hemos centrado todos nuestros esfuerzos, que garantizará la igualdad de condiciones en el acceso a prestaciones y servicios de cultura, ocio, transporte o deporte, y que supone un avance en la mejora de la vida de todas las personas con discapacidad en Europa, para así lograr impulsar una Europa sin barreras”, concluye Durán.
Durante el debate celebrado en Estrasburgo, previo a su aprobación, la comisaria de Igualdad, Helena Dalli, ha recordado que “estas dos directivas son la clave que refuerza los derechos de las personas con discapacidad en Europa”. Y eurodiputados como la española Rosa Estarás (PPE) también han celebrado su aprobación, indicando que “las tarjetas garantizan el cumplimiento de la piedra angular de la Unión Europea: la libre circulación de las personas con discapacidad”.
A partir de su publicación oficial en el Diario oficial de la UE, los Estados miembro de la UE tienen 42 meses para empezar a proporcionar las tarjetas, incluyendo los 30 meses de plazo para adoptar y publicar su transposición de la Directiva. Esto significa que las tarjetas no serán una realidad posiblemente hasta el año 2028, plazo que sería bueno abreviar porque esta directiva supone la base y el primer paso para el reconocimiento de muchos otros derechos de las personas con discapacidad en Europa.