Innovación inclusiva y diseño universal: La experiencia de Jordi Roig y App&Town Compagnon
El impacto social de las innovaciones tecnológicas diseñadas para la inclusión puede ser transformador. Esto queda demostrado con el trabajo de Jordi Roig de Zárate, catedrático de Arquitectura y Tecnología de Computadores de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), emprendedor social, afiliado a ONCE, miembro de la Comunidad ONCE Innova y líder del equipo creador de la aplicación App&Town Compagnon, una herramienta que fomenta la autonomía de personas con discapacidad a través de la movilidad accesible.
De una experiencia personal a una solución global
La motivación de Jordi Roig para desarrollar App&Town Compagnon surgió de una experiencia personal. Hace 20 años perdió la visión, lo que transformó su perspectiva sobre la movilidad y la accesibilidad. Durante un viaje con su mujer a Rusia, enfrentaron múltiples barreras para moverse por la ciudad: señales en cirílico, la falta de información clara y la imposibilidad de orientarse sin puntos de referencia. Esta vivencia marcó un antes y un después. "Volví a Barcelona con la idea clara: teníamos que desarrollar una herramienta que ayudara a las personas a moverse de manera autónoma", explicó Roig.
Así nació el germen de App&Town Compagnon, un proyecto que combina investigación académica, diseño universal y la visión empresarial para ofrecer una solución inclusiva que beneficia tanto a personas con discapacidad como a usuarios sin necesidades especiales.
El desarrollo de App&Town Compagnon atrajo la atención internacional. El gobierno de Montreal, tras años intentando desarrollar una solución similar, se acercó a Jordi y su equipo para adaptar la aplicación a su entorno. Revisaron nuestro trabajo y dijeron: “Esto es lo que necesitamos”. “Nos dijeron que confiaban en nosotros y nos adelantaron 100.000 dólares para iniciar el desarrollo. Fue un voto de confianza que impulsó el proyecto”.
¿Qué hace única a App&Town Compagnon?
App&Town Compagnon es una aplicación de movilidad inclusiva que guía a los usuarios con indicaciones visuales, auditivas o táctiles, dependiendo de sus necesidades. Está pensada para personas con discapacidad cognitiva, visual, movilidad reducida, personas mayores o incluso personas con dificultades de orientación. Además, ofrece un sistema de monitorización en tiempo real, garantizando la seguridad del usuario durante todo el trayecto.
- Recorridos personalizados: La aplicación ofrece rutas óptimas, a pie y transporte público, adaptadas a las necesidades específicas del usuario. Por ejemplo, permite evitar calles con pendientes para usuarios en silla de ruedas o seleccionar rutas con menos cruces para personas ciegas.
- Centro de control: En caso de incidencia (por ejemplo, si el usuario se pierde, abandona el recorrido predefinido o incluso comienza su recorrido en días u horas no predefinidas), el sistema genera alertas automáticas. Los operadores pueden contactar al usuario para ofrecer asistencia en tiempo real, aumentando la seguridad y confianza.
- Diseño inclusivo: La interfaz se adapta a diferentes tipos de usuarios, desde personas con discapacidad intelectual hasta aquellos sin discapacidad aparente. Dispone de algoritmos de geolocalización y navegación basados en IA, los cuales proporcionan la ubicación y las indicaciones de orientación con total precisión La flexibilidad del diseño universal permite abarcar un público amplio, lo que hace que el producto sea más sostenible y rentable.
- Impacto social y económico: La implementación en Canadá ha demostrado ser una solución económicamente eficiente al optimizar el uso del transporte público frente al adaptado. Según Jordi Roig, en Canadá, donde una misma empresa gestiona ambos sistemas, el coste promedio de un viaje en transporte adaptado es de unos 35 euros, mientras que el transporte público tiene un coste aproximado de 5 euros. Esto supone un ahorro del 90%. Pero lo más importante es que con los mismos recursos se puede atender a muchas más personas. No se trata de ahorrar, sino de ampliar el alcance del servicio para llegar a más usuarios.
Una de las historias más impactantes de App&Town Compagnon es la de Josep Ramon, un joven con discapacidad intelectual que comenzó utilizando la aplicación para sus trayectos al trabajo. Gracias a la herramienta, no solo logró independencia para desplazarse en transporte público, sino que también asumió un rol activo ayudando a otros usuarios. Además de mejorar la autoestima y autonomía de usuarios como Josep Ramon, la aplicación también reduce el aislamiento social al facilitar su integración en actividades cotidianas, como ir al cine o al gimnasio.
El Departamento de Autonomía Personal, Tecnología y Accesibilidad ha informado que App&Town Companion, para personas con discapacidad intelectual requiere registro del usuario y su tutor legal, quien configura las rutas especificando origen, destino, transporte y horarios. Durante el trayecto, un supervisor realiza seguimiento en tiempo real y puede intervenir ante incidencias. El usuario sigue las indicaciones de la app y dispone de un botón de ayuda en caso de problemas. Actualmente, está disponible solo para Android y opera en los sistemas de transporte de Barcelona, Madrid, Laval y Longueil.
La importancia del diseño universal y la discapacidad contextual
Uno de los principios fundamentales del trabajo de Jordi Roig es el diseño universal. Este enfoque busca crear soluciones accesibles para el mayor número de personas posibles, independientemente de sus capacidades físicas o contextuales,."No necesitas tener una discapacidad para enfrentarte a barreras de accesibilidad", afirmó.
Roig ilustra cómo pequeñas modificaciones pueden generar un gran impacto, incluso sin coste adicional. Por ejemplo, incorporar señales sonoras diferenciadas en electrodomésticos para usuarios con discapacidad visual no requiere más que ajustes de software. "El coste es cero, pero el impacto es enorme porque amplías la usabilidad del producto", explicó.
Como catedrático, apuesta por inculcar en sus alumnos que la accesibilidad no solo es un deber ético, sino también una oportunidad económica. Según él, el diseño universal debe formar parte del ADN de cualquier profesional.
Para los emprendedores, su consejo es claro: crear productos sostenibles que lleguen al mayor número de personas posible. Aunque no siempre es viable aplicar el diseño universal en todos los casos, hacerlo desde el inicio puede evitar costes posteriores y maximizar el impacto. Además, subraya que un producto accesible amplía el mercado potencial, incluyendo a personas con necesidades contextuales o temporales. Su visión de la innovación es contundente: "No se trata solo de ganar dinero; se trata de crear soluciones sostenibles y que realmente marquen una diferencia en la vida de las personas."
Su vinculación con la ONCE: innovación desde los inicios
La relación de Jordi Roig con la ONCE comenzó hace más de 15 años, cuando colaboró con el entonces CIDAT (hoy Centro de Tiflotecnología e Innovación, CTI) en el desarrollo de un innovador teclado braille. Este dispositivo, que marcó un hito en la accesibilidad tecnológica, permitía escribir en braille en cualquier ordenador sin necesidad de controladores adicionales y se adaptaba automáticamente al idioma del sistema operativo.
"El teclado era transparente para el usuario y se integraba perfectamente con los sistemas existentes. Este fue el primer gran proyecto en el que trabajé junto a la ONCE", comentó Roig.
Actualmente, Jordi Roig colabora con Fundación ONCE e Ilunion en proyectos innovadores como guías accesibles y herramientas de movilidad. Desde abril de 2024, también forma parte activa de la Comunidad ONCE Innova, donde, aunque comenzó como observador, destaca el valor de la diversidad de perfiles como una fuente constante de aprendizaje y enriquecimiento."La comunidad nos anima a seguir innovando, a escuchar y a aprender de las necesidades reales de las personas", afirmó. Esta sinergia entre experiencia, innovación y compromiso refuerza su relación de largo recorrido con la ONCE, siempre enfocada en la inclusión tecnológica.