¿Qué es el lenguaje inclusivo y por qué es importante usarlo?
El lenguaje no solo comunica, también expresa una visión del mundo y de las relaciones sociales. Con las palabras expresamos lo que pensamos, pero también influimos en cómo percibimos a las personas y los grupos que nos rodean. Por eso, usar un lenguaje inclusivo es una herramienta clave para promover el respeto y, en consecuencia, la igualdad y la diversidad.
En el Grupo Social ONCE creemos que el lenguaje puede incluir o excluir. Nuestro código ético lo deja claro: la igualdad de oportunidades y el respeto a la diversidad son principios fundamentales.
¿Te animas a ser inclusivo también con el uso del lenguaje? ¡Vamos a ello!
¿Qué es el lenguaje inclusivo?
El lenguaje inclusivo es una forma de comunicación que evita expresiones discriminatorias o excluyentes y busca dar visibilidad a todas las personas, sin importar su género, identidad, orientación sexual, condición social o discapacidad.
Es muy común que se asocie al género, pero el lenguaje inclusivo va más allá de lo masculino y lo femenino. La manera en que nos referimos a colectivos minoritarios, a las personas con discapacidad o a cualquier grupo históricamente invisibilizado es fundamental para reconocer que todos somos iguales y valiosos para la sociedad.
No se trata de “cambiar la lengua”, sino de usar sus múltiples recursos de forma consciente y respetuosa. El objetivo es favorecer una comunicación más igualitaria y empática, donde todas las personas se sientan representadas.
¿Por qué es importante usar lenguaje inclusivo?
Utilizar este tipo de vocabulario y expresiones es importante porque el lenguaje refleja la sociedad que somos y proyecta la que queremos ser. Si en nuestra manera de hablar o escribir solo aparecen unos grupos y no otros, esa exclusión también se reproduce en la realidad.
El lenguaje inclusivo ayuda a eliminar estereotipos, promueve la igualdad y refuerza el respeto hacia la diversidad. En el ámbito profesional, ayuda a fortalecer la reputación de las organizaciones, mostrando coherencia entre lo que se dice y lo que se hace.
En definitiva, usar lenguaje inclusivo es una cuestión de justicia y de dignidad. Tal como promovemos en el Grupo Social ONCE, el reconocimiento de la dignidad de todas las personas debe manifestarse en el trato cotidiano, y eso incluye también la forma en la que nos expresamos.
Por eso, tratamos siempre a los demás como nos gustaría que nos trataran, escuchamos y nos esforzamos por comprender sus puntos de vista. El uso inclusivo del lenguaje es, para nosotros, fundamental para que la persona se sienta persona.
Estrategias para usar adecuadamente el lenguaje inclusivo
Adoptar un lenguaje inclusivo no es complicado. Requiere atención, práctica y poner el foco en comunicar con respeto. Se está impulsando desde todos los ámbitos usar un lenguaje inclusivo y hay diversas guías que recogen estrategias sencillas para aplicarlo en el día a día:
Usar formas de tratamiento apropiadas
Evita los diminutivos o apelativos paternalistas. En contextos formales, es preferible utilizar nombres y apellidos o tratamientos neutros como la persona usuaria o el cliente / la clienta en lugar de términos que puedan resultar condescendientes.
Eludir expresiones con connotaciones negativas
Algunas frases cotidianas asocian ideas negativas con determinados colectivos (“sufre discapacidad”, “padece de…”, “víctima de…”). Es mejor optar por “persona con discapacidad” o “persona usuaria de silla de ruedas”, poniendo el foco en la persona, no en la limitación.
Evitar frases que mantienen estereotipos de género
Expresiones como “los hombres no lloran” o “las mujeres son más sensibles” perpetúan roles antiguos. El lenguaje inclusivo rompe con esos estereotipos y abre espacio a una visión más diversa.
Incluir el desdoblamiento del femenino y masculino
Cuando sea necesario, puede usarse el desdoblamiento (los alumnos y las alumnas), especialmente en textos institucionales o educativos. Aunque alarga las frases, da visibilidad a ambos géneros y ayuda a equilibrar la representación.
Aplicar recursos tipográficos
En comunicaciones digitales o documentos escritos pueden emplearse barras o paréntesis: los/las profesionales, el/la responsable. También puede recurrirse al uso de la “x” o “@” en contextos informales, aunque no se recomiendan en textos oficiales por dificultar la lectura accesible o la pronunciación.
Mencionar ambos grupos: "hombres y mujeres"
Nombrar explícitamente a hombres y mujeres cuando el contexto lo requiera evita interpretaciones sesgadas. Por ejemplo: La empresa ofrece igualdad de oportunidades a hombres y mujeres en todos los puestos de trabajo.
Prescindir de los determinantes de género previos a los sustantivos comunes
En lugar de decir los clientes, puede usarse la clientela, o en lugar de los trabajadores, el personal. Así se eliminan las marcas de género sin perder claridad.
Usar sustantivos colectivos u otras formas neutras
Palabras como equipo, profesorado, plantilla o estudiantado son inclusivas y neutras. Este recurso permite simplificar el discurso y hacerlo más igualitario.
Emplear el término "persona"
Uno de los recursos más eficaces. Decir personas con discapacidad, personas mayores, personas migrantes o personas desempleadas pone el foco en la humanidad, no en la etiqueta. En el Grupo Social ONCE lo aplicamos de manera sistemática porque creemos que el lenguaje inclusivo es, ante todo, una forma de reconocer a la persona como sujeto pleno.
Usar “quien(es)”, los indefinidos “alguien”, “nadie”, “cualquiera” y el adjetivo “cada” seguido de un sustantivo común con concordancia de género
Por ejemplo: Cada estudiante debe entregar su trabajo en lugar de Todos los estudiantes deben entregar su trabajo. Son fórmulas simples que evitan el masculino genérico.
Reemplazar sustantivos por adjetivos neutros
Sustituir los discapacitados por las personas con discapacidad, o los pobres por las personas en situación de vulnerabilidad, evita la deshumanización y prioriza la condición temporal o circunstancial.
Usar la forma impersonal con “se”
Frases como se busca personal cualificado o se recomienda acudir con cita previa son impersonales y neutras, útiles para evitar el género gramatical.
Prescindir de la mención del agente
En lugar de los técnicos revisarán el sistema, puede decirse el sistema será revisado.
Emplear el infinitivo y el gerundio para evitar marcas de género
Usar el infinitivo (al participar, al inscribirse) o el gerundio (trabajando, colaborando) evita tener que marcar género en el sujeto, sin alterar el significado.
Lenguaje inclusivo y discapacidad
El lenguaje inclusivo también es esencial para hablar de discapacidad de forma respetuosa. Las palabras pueden reforzar barreras o derribarlas. Si reflexionamos sobre alguna de estas ideas seguro que vamos a evitar la discriminación a través del lenguaje en el ámbito de la discapacidad.
¿Verdad que no tiene sentido solo definir a una persona en base a su agudeza visual, su autonomía para moverse o su capacidad auditiva? Pon la palabra persona delante de la discapacidad, y siempre di persona con discapacidad y no persona discapacitada.
¿Qué tal si usamos términos positivos y somos respetuosos? ¿Verdad que hay diferencia cuando oyes decir que alguien está confinado en una silla de ruedas a decir que una persona usa una silla de ruedas?
Por eso, debemos evitar términos como minusválido, inválido o discapacitado y optar por expresiones centradas en la persona: persona con discapacidad, persona con baja visión, persona usuaria de perro guía, etc.
En el Grupo Social ONCE trabajamos cada día para que la inclusión esté también en las palabras. En nuestras campañas, blogs y redes sociales, cuidamos la forma en que nos dirigimos al público, conscientes de que un lenguaje respetuoso es el primer paso hacia una sociedad accesible para todos.
Qué dice la legislación española sobre el lenguaje inclusivo
En España, el uso del lenguaje inclusivo está respaldado por diferentes normas y recomendaciones oficiales.
El artículo 14 de la Constitución garantiza la igualdad sin discriminación por razón de sexo, y la Ley Orgánica 3/2007 para la igualdad efectiva de mujeres y hombres insta a las administraciones públicas a emplear un lenguaje no sexista en todos los documentos.
Y un hito importante se produjo en 2024 cuando, impulsada por una amplia mayoría, se modificó la Constitución española para actualizar el artículo 49. En esta reforma se reemplazó el término "disminuidos físicos, sensoriales y psíquicos" por "personas con discapacidad". Esta modificación fue el resultado de décadas de reivindicaciones por parte de asociaciones y organizaciones que representan a las personas con discapacidad, quienes consideraban que el término anterior, además de inapropiado, resultaba ofensivo.
Además, instituciones como la Real Academia Española, la ONU y el Instituto de la Mujer han publicado guías con recomendaciones para promover una comunicación inclusiva, especialmente en el ámbito educativo, mediático y empresarial.
¿Cómo utiliza el lenguaje inclusivo Grupo Social ONCE?
En el Grupo Social ONCE entendemos que el lenguaje inclusivo no es una moda, sino una manifestación de nuestros valores.
Lo aplicamos en todas las comunicaciones, desde informes corporativos hasta campañas en redes, procurando siempre que todas las personas se sientan reflejadas y respetadas.
No solo hablamos de género: también incluimos la diversidad funcional, cultural y social. Sabemos que las palabras generan impacto y, por eso, cuidamos cada frase para que la igualdad no sea solo un objetivo, sino una práctica diaria.
Nuestro compromiso con el lenguaje inclusivo es parte de un compromiso más amplio con la igualdad, la inclusión y la accesibilidad universal.
Porque, en definitiva, emplear un lenguaje inclusivo significa tratar con respeto, reconocer la dignidad de cada persona y contribuir a construir una sociedad más justa y empática.
IGUALES también en cómo queremos ser tratados.