Desarrollo comunitario: proyectos de voluntariado y acciones que transforman vidas

Estás deseando que tu compañero de carreras cambie el bastón por las zapatillas de correr y  volvais a compartir las sesiones de running, esas que, desde que conociste la plataforma Comparte tu energía esperas siempre con emoción. Disfrutas igual contribuyendo a aliviar la soledad de la población mayor con un rato de charla mientras paseas, que apoyando a personas con discapacidad a tener una vida más autónoma a través de la participación en todo tipo de proyectos de volutariado.  

¿Te sientes identificado? Entonces, enhorabuena, estás dispuesto a transformar vidas o, lo que es lo mismo, a participar de lo que se conoce como desarrollo comunitario.

Quizás dicho así el término te suene un demasiado formal, pero aplicado a la comunidad y el desarrollo seguro que lo reconoces en un sinfín de situaciones cotidianas. Imagina, por ejemplo, que tienes un vecino con silla de ruedas. Proponer la instalación de un ascensor para mejorar la accesibilidad del edificio o escribir al ayuntamiento para que arregle los baches de la calle, a la larga, beneficia a todos.  Esa es la esencia del proceso cuyo propósito es generar las condiciones necesarias para el avance económico y social de toda la comunidad. ¿Cómo conseguirlo? Sencillo: a través de la participación activa de gente como tú, tu vecino, tu compañero de trabajo… Pero también fomentando la confianza en vuestra capacidad para tomar la iniciativa.

¿Imaginas el potencial de esta actitud aplicada al bienestar de las personas, a su plena autonomía e inclusión en la sociedad? Participar del desarrollo comunitario permite sentirse parte de algo más grande pero la verdadera satisfacción tiene que ver con ser parte del cambio y contribuir a transformar vidas. José Ángel lo sabe bien. Hace ya casi un año que se decidió a salir de su zona de confort y conoció a Nacho, corredor guía del programa de voluntariado de Fundación ONCE, que permite, entre otras cosas, poner en contacto a personas que necesitan correr acompañadas. Desde entonces no han dejado de practicar deporte entre iguales. Su comunicación y complicidad es perfecta y, más allá de las indicaciones durante las carreras, comparten charlas y ejercicio, cada martes y jueves, por Madrid.

Su historia, como la de tantos otros, no es más que la prueba de que el movimiento se demuestra andando, que juntos, somos capaces de hacer cosas increíbles. Es, precisamente, de esa colaboración -en este caso entre el área social y fundacional de Grupo Social ONCE-, de donde nacen amistades como la de José Ángel y Nacho, pero también como la de Manuela y Carolina, a las que les gusta pasear juntas por las calles de la capital demostrando cómo, a través de la participación y el voluntariado, se puede impulsar la autonomía de las personas con discapacidad; o la de Javier y Begoña, que no esconden su satisfacción al saber que, con su acompañamiento a personas con discapacidad en el Wizink Center, contribuyen a un ocio más accesible para todos.

Ellos son solo una parte de los miles de voluntarios de Grupo Social ONCE. Personas que tienen claro que regalar tiempo para ayudar a otros es contribuir a crear oportunidades, es transformar vidas mientras se construye una sociedad más inclusiva.

A Yolanda (49 años), le gusta salir a pasear y su andador se ha quedado corto para hacerle compañía. Lo mismo le pasa a Adela que, a sus 77 años, disfruta con una buena charla mientras recorre las calles de su Manzanares El Real natal gracias al voluntariado de Fundación ONCE. Conocer gente increíble como ellas u otros voluntarios con los que compartir intereses y aventuras es solo una de las ventajas que brindan los proyectos de voluntariado. Pero hay más, muchas más, casi tantas como programas de voluntariado que, solo a través del área social de Grupo Social ONCE, se concretan en proyectos de acompañamiento, acceso a la información, deporte, voluntariado internacional…

Y es que ser voluntario permite marcar una diferencia real en la vida de las personas y en la comunidad. Estos proyectos son claves para atenuar la soledad de las personas mayores pero también sirven para impulsar la autonomía personal de las personas con discapacidad en tareas tan cotidianas como ir a la compra, acudir al médico, disfrutar de un concierto... Y no solo eso. La satisfacción personal de ayudar a los demás es altamente gratificante. Ayudar a otros, ya sea brindando apoyo emocional, compartiendo habilidades o contribuyendo a proyectos comunitarios, es una sensación increíblemente gratificante que no tiene precio.  

Más allá del compromiso, el voluntariado también es oportunidad: para quienes lo reciben y para quienes lo prestan. Trabajar con niños, adultos, en eventos culturales… Cada escenario exige unas competencias y los voluntarios de ONCE y Fundación ONCE reciben una formación inicial para contribuir al éxito del desarrollo comunitario al tiempo que desarrollan sus propias habilidades.

¿Estás preparado para construir una sociedad mejor? Si estás interesado en ayudar a transformar vidas, en Grupo Social ONCE te estamos esperando., Basta con una actitud positiva y ganas de contribuir a construir una sociedad más inclusiva para formar parte de nuestros programas de voluntariado. 

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