Ética empresarial: qué es, ejemplos y cómo aplicarla con éxito

En Grupo Social ONCE solemos decir que no basta con que una empresa haga las cosas bien: debe hacerlas con ética empresarial. La ética empresarial es el eje que une nuestra actividad con la sociedad, aportando valor a cada decisión, cada producto y cada servicio que ofrecemos.
Para quienes formamos parte de esta gran organización, contar con un código ético sólido significa trabajar en una compañía que respeta a las personas, y que es un modelo social y económico único. Y esa diferencia se nota.

Definición y relevancia de la ética empresarial

Podríamos preguntarnos: ¿para qué sirve la ética en una empresa? Pero en el Grupo Social ONCE preferimos preguntarnos: ¿cómo queremos hacer las cosas?

La ética empresarial es ese conjunto de principios y normas que guían el comportamiento de una organización y de las personas que la integran. No se trata solo de cumplir la ley o de evitar malas prácticas, sino de actuar de manera coherente con unos valores que trascienden lo económico y que ponen en el centro a las personas, la sociedad y el planeta.

Actuar con ética es cada vez más relevante para las empresas, ya que es básico para generar confianza en empleados, consumidores y proveedores. Y también porque es un elemento necesario para tener una buena reputación corporativa y, claro está, para que todas las personas que integran una organización se sientan orgullosas de ella.

Creemos que no es suficiente con conseguir resultados, lo importante es cómo se alcanzan. Y el cómo se alcanzan marca la diferencia, y es lo que posibilita el liderazgo social y la sostenibilidad de nuestra actividad empresarial a largo plazo.

Como afirma Miguel Carballeda, presidente del Grupo Social ONCE, la intención del Grupo Social ONCE es seguir afianzándose como líder en gestión empresarial y social destinada íntegramente a las personas, a todas las personas, especialmente a quienes tienen alguna discapacidad o están en riesgo de exclusión. 

Por eso, la ética tiene que estar en el centro de todas nuestras actividades y, como no podía ser de otra manera, evolucionamos con la sociedad y por eso no nos conformamos y seguimos trabajando para superar nuevos retos: plena inclusión efectiva, transformación digital, privacidad y seguridad en las operaciones que llevamos a cabo, producir cambios positivos en el medio ambiente, etc.

Principios clave de la ética en las empresas

Aunque cada compañía puede definir sus propias políticas, existen principios o valores comunes que marcan la diferencia y que ayudan a que las empresas sean reconocidas como responsables. Estos cinco valores o principios clave de la ética empresarial son:

  • Transparencia: comunicación clara y accesible con toda la plantilla, los clientes, los proveedores y la sociedad.
  • Respeto: trato digno a cada persona, evitando cualquier discriminación.
  • Integridad: actuar con coherencia y rectitud en todas las operaciones.
  • Responsabilidad: asumir el impacto de las acciones sobre el bienestar común.
  • Sostenibilidad: incluir el cuidado del ambiente en la gestión empresarial.

Nuestro Código Ético y Guía de Conducta va un poco más allá, es la brújula que orienta cada una de nuestras decisiones y, por supuesto, ha evolucionado en los últimos 20 años, hoy en día integra 11 valores y los compromisos para conseguirlos:

  • Transparencia
  • Solidaridad
  • Confidencialidad
  • Equidad
  • Compromiso
  • Integridad
  • Humildad
  • Respeto
  • Innovación
  • Responsabilidad
  • Sostenibilidad. 

Tiene mucho que ver con poner a la persona en el centro y hacer que su vida actual y futura sea mejor, ¿verdad? Esa es la idea, que cualquier persona que forme parte del Grupo Social ONCE tenga las claves para trabajar a favor de todos.

Ventajas de adoptar prácticas éticas en los negocios

Aplicar políticas éticas en una empresa no es solo una cuestión de imagen, también tiene ventajas reales:

  • Para los empleados, ya que aumenta el orgullo de pertenencia a la compañía, mejora el ambiente de trabajo y da claridad a lo que se espera de cada persona. Seguro que muchos de nosotros reconocemos ese orgullo ¿verdad?
  • Para la empresa, mejora su reputación, la calidad de lo que hace y, algo que hoy en día es muy importante, atrae talento. Cada vez más los profesionales buscan trabajar en empresas que aporten algo positivo a la sociedad.
  • Para la sociedad, que claramente se beneficia de mayor inclusión e igualdad, se siente apoyada para resolver problemas sociales y ambientales y a desarrollarse de forma sostenible. Cuantas más empresas sigan un modelo de valor compartido, tal y como lo hacemos en Grupo Social ONCE, más bienestar se devuelve al entorno.

Ejemplos de ética empresarial

Seguro que conoces ejemplos de empresas con una ética ejemplar, como las que aparecen en los Premios Ethisphere o en el ranking MERCO. En el Grupo Social ONCE nos sentimos orgullosos de contribuir activamente a esta cultura empresarial.

Algunos ejemplos son bien conocidos en Grupo Social ONCE:

  • Grupo Social ONCE nuestro Código Ético de 11 valores guía a todos los profesionales que lo integramos hacia la inclusión, el respeto y la sostenibilidad.
  • Juego responsable de la ONCE donde lo social y lo económico se une. La ONCE garantiza loterías sociales, seguras y responsables, reinvirtiendo los ingresos en proyectos de inclusión y servicios sociales.
  • Ilunion TextilCare, un ejemplo claro de cómo mejorar el impacto ambiental mediante innovaciones tecnológicas que reducen el consumo de agua y energía además de trabajar por la inclusión de las personas con discapacidad.
  • Fundación ONCE donde fomentamos el acceso a la educación y al empleo para miles de jóvenes con discapacidad, aplicando políticas de igualdad y respeto.

Formación, sostenibilidad ambiental, respeto por las personas, inclusión, transparencia no son solo palabras bonitas, son compromisos diarios.

Consecuencias de la falta de ética en el ámbito empresarial

¿Qué ocurre cuando una compañía carece de principios éticos claros?

  • Pierde la confianza de empleados y consumidores.
  • Se deteriora el clima laboral y la motivación de la plantilla.
  • Aumenta el riesgo de problemas legales y sanciones.
  • Daños graves a la imagen y reputación de la marca.
  • Impacto negativo en la sociedad y en el ambiente.

En resumen, un negocio que no aplica la ética como guía de conducta pone en riesgo no solo sus operaciones, sino también la confianza y el bienestar de todas las personas con las que se relaciona.  

El mundo actual exige algo más que resultados económicos. La sociedad demanda coherencia, confianza y compromiso. Una compañía sin principios puede tener éxito a corto plazo, pero tarde o temprano sufre las consecuencias de no comportarse éticamente y eso no es sostenible.

Es importante, por lo tanto, definir esos valores y principios éticos, pero también orquestar los mecanismos necesarios para que todos en la empresa los conozcan y se comporten en línea con ellos.

Cómo crear e implementar un código de ética en las empresas

Diseñar e implantar un código ético implica más que redactar un documento: es una transformación cultural que debe vivirse desde todas las áreas. Estos son los pasos clave:

  1. Definir valores y objetivos, de forma coherente a cada empresa u organización.
  2. Realizar un diagnóstico del impacto social y ambiental de nuestra actividad.
  3. Establecer políticas claras de conducta.
  4. Formar a toda la plantilla, todo el mundo debe conocer el código ético y de conducta.
  5. Liderar con el ejemplo desde la dirección.
  6. Hacer seguimiento y mejora continua de los valores que perseguimos.

En el Grupo Social ONCE lo vivimos como parte de nuestra identidad. Nuestros productos, servicios y decisiones reflejan un compromiso real que nos enorgullece como profesionales y como personas.

La ética empresarial no es un añadido, es el ADN de Grupo Social ONCE. Nuestro Código Ético y Guía de Conducta no es un documento que se guarda en un cajón: es una herramienta viva que nos recuerda quiénes somos, cómo queremos trabajar y qué futuro queremos construir.

Trabajar aquí significa más que cumplir una función laboral: significa ser parte de un proyecto colectivo que apuesta por la inclusión, la sostenibilidad y la responsabilidad. Y ese orgullo, el de sentir que cada día contribuimos a mejorar la vida de las personas con discapacidad y de la sociedad en general, es el mayor valor que una empresa puede ofrecer a su gente.

Porque al final, como solemos decir, no se trata solo de hacer las cosas bien. Se trata de hacerlas con el propósito de mejorar.

Si quieres conocer más sobre nuestro compromiso ético y social, consulta nuestro Informe de Valor Compartido y descubre cómo trabajamos para transformar la sociedad.

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